‘Refugiados ilustres en el exilio suizo’
Es el título del nuevo libro que examina el trato dado a diez personalidades exiliadas en Suiza entre 1930 y 1950.
Las investigaciones, realizadas por la Oficina Federal de Refugiados, muestran que no todos fueron tratados por igual.
Aunque ya hay muchas obras sobre la época del nacionalsocialismo en Europa y el trato que Suiza dio a las personas que tocaron a su puerta en busca de refugio, ahora se publica un documento distinto a los otros.
El libro, ‘Refugiados ilustres en el exilio suizo’ de 387 páginas, tiene dos peculiaridades.
La primera es que se centra en el trato que recibieron diez celebridades que pidieron asilo en el espacio de tiempo que abarca de 1930 a 1950.
La segunda es que los autores de los diez casos son los propios funcionarios del órgano gubernamental encargado del asilo en Suiza desde 1917, luego de que la decisión de dar refugio pasara de manos cantonales a federales.
“Diez expedientes de los 420.000 destinos que ha estudiado la Oficina Federal de Refugiados en su historia”, indicó el director de la OFR, Jean-Daniel Gerber.
Un documento que surge después de una difícil época para Suiza (y otros países) por la polémica que surgió en la década pasada, en torno a las cuentas no reclamadas de las víctimas del Holocausto.
Y en tiempos en los que dentro de la misma Suiza “en amplios sectores existe una cierta inseguridad en torno al tema de la inmigración y las cuestiones de asilo”, explicó.
Mirada al pasado
El director de la OFR, en el cargo desde hace 7 años, advirtió que en ‘Refugiados ilustres en el exilio suizo’ no se trata de una descripción de la vida de estas celebridades, sino de su relación con las autoridades de asilo helvéticas, al momento de solicitar el sello que les permitía obtener el reconocimiento de refugiado.
Entre los expedientes abordados destaca el premio Nobel de Literatura, Thomas Mann (1875-1955); su compatriota, el dramaturgo alemán Bertolt Brecht (1898-1956); el antifascista italiano Ignazio Silone y la húngara Agota Kristof, (1935- ) que, después de más de 40 años de exilio en Suiza, se ha convertido en una figura de la literatura francófona.
El libro es un intento por mirar con ojos críticos el trato que las autoridades dieron en esos periodos de la historia a los que tocaron la puerta de Suiza.
Por ejemplo, queda claro que el premio Nobel de 1929, Thomas Mann fue recibido con las manos abiertas durante su exilio entre 1933 y 1938, debido, en parte, a su notoriedad, y por otra, a su solvencia económica.
”Una cacería por el pan y el permiso”
En cambio, las cosas no resultaron tan fáciles para Bertolt Brecht, incluido en el listado de autores prohibidos por Hitler, entre los que también figuraban el propio Thomas Mann, Franz Kafka, Sigmund Freud y Albert Einstein.
Brecht dejó constancia, en un manuscrito, de su sentir ante la tarea de obtener el sello que le diera refugio en Suiza: “Era como una cacería por el pan y el permiso, pero este último era más difícil de conseguir”.
Documentos oficiales y cartas de las personalidades se incluyen en el mosaico de información de este libro que, a juicio del Director de la Oficina Federal de Refugiados, Jean-Daniel Gerber, “ayuda a no repetir los errores cometidos en el pasado”.
“Todo el mundo, sin importar de donde venga, debe ser tratado de la misma forma. Al leer este libro, se observa que no fue siempre el caso, si se compara entre lo ocurrido a Thomas Mann y a Bertolt Brecht” comentó.
“Este documento refuerza nuestra conciencia sobre las preguntas básicas y los retos actuales de la política de asilo. De ahí la importancia de que la Oficina Federal de Refugiados se interese activamente por su pasado, pues decide el destino de seres humanos”, concluyó.
swissinfo, Patricia Islas Züttel
El libro aborda las solicitudes de asilo de:
Agota Kristof (escritora)
Fritzi Spitzer (feminista)
Bertolt Brecht (dramaturgo)
Thomas Mann (escritor)
Ignazio Silone (escritor)
Michel Olian (banquero)
Otto Heinrich Weissert (dramaturgo)
Stephan Hermlin (escritor)
Hans Mayer (profesor)
Robert Musil (escritor)
El libro se circunscribe entre los años 1930 a 1950, anteriores a la Convención de Refugiados de 1951, adoptada por la ONU en Ginebra y ratificada por Suiza en 1955.
En 1917 la decisión de dar refugio a aquellos que lo solicitasen pasó de manos cantonales a federales.
420.000 expedientes han sido examinados por las autoridades federales suizas, encargadas de aceptar o rechazar las peticiones.
La Oficina Federal de Refugiados guarda los expedientes de los solicitantes por 50 años, después pasan a los archivos nacionales.
Pasados 30 años del cierre de un expediente, las informaciones pueden ser públicas, sin solicitar permiso para acceder a los archivos.
Suiza recibe actualmente un promedio de 25.000 solicitudes anuales de asilo.
Menos del 10% de los expedientes confirman que el solicitante reúne las condiciones para obtener el estatuto de refugiado.
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