Justicia polaca investiga muerte de una mujer por presunto retraso en aborto
Cracovia (Polonia), 26 ene (EFE).- La Justicia polaca investiga la muerte de una mujer que falleció en el hospital de Czestochowa (sur) por complicaciones surgidas tras la decisión médica de retrasar un aborto en un embarazo de gemelos después de haber perdido el primero de ellos.
La fiscalía del distrito ha iniciado una investigación para determinar si las decisiones médicas que se tomaron en su caso fueron determinantes en la muerte y si los médicos expusieron a Agnieszka, madre de otros tres hijos, a riesgos innecesarios.
El caso recuerda al de otra mujer que falleció hace unos meses y se conoce en la víspera de que se cumpla el primer año de la entrada en vigor de una normativa más restrictiva para la práctica de abortos en Polonia.
La madre, de 37 años, fue hospitalizada en diciembre de 2021 cuando estaba en el primer trimestre de un embarazo de gemelos, y tras diversas complicaciones, el día 23 perdió uno de los fetos.
Según un comunicado del hospital, “se decidió adoptar una actitud de espera y vigilancia, pues existían posibilidades de salvar al segundo niño”, hasta que el 31 de diciembre se certificó la muerte del segundo feto, debido, según el centro médico, a un “aborto espontáneo”.
La mujer fue trasladada a otro hospital, donde permaneció ingresada desde entonces, y finalmente perdió la vida el martes.
El fiscal Tomasz Ozimek, encargado de la investigación, declaró a través de un portavoz de su oficina que el hospital no detalla en su informe las fechas del fallecimiento del segundo feto ni especifica cuándo se tomó la decisión de practicar el segundo aborto.
En los próximos días se practicará una autopsia al cuerpo de la madre fallecida y se llamará a declarar a su viudo y a los médicos que la atendieron.
En un mensaje difundido por las redes sociales, la familia de Agnieszka afirma que “sus quejas fueron ignoradas” por los médicos y que “llegó al hospital totalmente consciente, en buenas condiciones físicas”, pero que fueron testigos de cómo, después del primer aborto, “su condición se deterioraba día a día”.
“Desafortunadamente, no se permitió la extracción del feto muerto porque la ley en Polonia lo prohíbe estrictamente”, se puede leer en el mensaje; “esperaron hasta que las funciones vitales del otro gemelo se detuvieran espontáneamente y Agnieszka llevó al niño muerto en su útero durante los siguientes siete días”.
El caso recuerda a otro similar ocurrido en Polonia en septiembre, cuando Iza, de 30 años, perdió la vida en un hospital por complicaciones en un parto durante el que, según la familia, los médicos primaron salvar la vida del feto y tomaron decisiones que costaron la vida a su madre.
El Tribunal Constitucional polaco emitió en octubre de 2020 una sentencia que criminaliza abortar, aun cuando exista una alta probabilidad de deterioro grave e irreversible del feto o de que nazca con una enfermedad grave o terminal.EFE
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