
Reviven la historia de una víctima española de violencia machista con familia en Argentina
San Sebastián (España), 4 sep (EFE).- Elisa Beltrán Ruiz de Alda, vecina de la localidad española de Rentería (norte), fue asesinada por su marido en 1948, cuando los crímenes machistas no eran calificados así, y el trabajo de un investigador local ha permitido recuperar ahora su historia y encontrar en Argentina a su familia.
Xabier Susperregi había oído hablar desde niño del asesinato de Elisa porque su abuela era muy amiga de ella; fue una de las últimas personas que la vio con vida, cuando la acompañó en el tranvía el 26 de diciembre de aquel año para ir a la ciudad de San Sebastián, donde había quedado con su marido para ir al cine.
Pero no fueron a ver ninguna película. El marido arrojó a Elisa al mar en el Paseo Nuevo de San Sebastián, al parecer tras hacerle ingerir alguna sustancia que la adormeció, y trató de hacer creer que ella lo había abandonado y a sus tres hijos pequeños, incluso deslizando una posible infidelidad. Su cadáver apareció unos días después en una playa de Biarritz (Francia).
Susperregi no pensó indagar más hasta que el Ayuntamiento de Rentería acordó a finales del pasado año dar a una plaza del pueblo el nombre de Clara Rángel, una mujer venezolana de 33 años a la que su pareja mató a cuchilladas en 2012.
Memoria histórica de la violencia machista
El consistorio se había planteado, en el Plan para la Igualdad 2023-2031, recopilar «la memoria histórica de la violencia contra las mujeres» de la localidad, por lo que Susperregi consideró conveniente elaborar un informe sobre el crimen de Elisa Beltrán, y así se lo comunicó a la alcaldesa, Aizpea Otaegi.
Cuando acudió a la hemeroteca, enseguida aparecieron las crónicas del crimen, por el que el marido fue juzgado en 1950 y condenado a 30 años de cárcel.
Con la lectura de esas informaciones, ratificó algunas de las cosas que había oído contar en casa. «Había habido mucha presión popular pidiendo justicia y una condena a 30 años fue un pequeño éxito para esa época», señala el investigador a EFE.
En la localidad era ‘vox populi’ que Elisa era una mujer maltratada que había llegado a decir a alguna amiga que, si le pasaba algo, el culpable sería su marido.
Una vez reconstruidos los hechos, Susperregi decidió buscar a la familia de la víctima, de la que sabía que había marchado a Sudamérica.
Argentina, una corazonada
«Tenía la corazonada de que habían ido a Argentina, así que pedí a una amiga investigadora de allí que me echase una mano y también recurrí a las redes sociales y tuve la gran suerte de que la localizamos enseguida», cuenta.
Fue entonces cuando el informe comenzó a tomar forma de libro, en el que incluye entrevistas, una con las dos hijas de Elisa y otra con una de las nietas, que lleva el mismo nombre.
«Las hijas -el hijo mayor, Luis, ya había fallecido- van recordando cómo vivieron aquellos días y cómo dejó de hablarse del asesinato de su madre porque sus tíos maternos lo veían como un tabú y no mencionaban nunca lo ocurrido. Para la nieta (…), ese silencio fue como matarla dos veces», señala.
Por eso, remarca Susperregi, es muy importante para la familia este reconocimiento que se le va a rendir en Rentería este jueves como acto de justicia.
Para ello han viajado desde Argentina familiares de Elisa de tres generaciones. La pena es que solo esté presente la hija pequeña, María Eugenia, de 84 años, ya que la mayor, Charito, murió hace tres semanas, a los 86 años. EFE
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