Rusia conmemora el fin del asedio de Leningrado con un desfile militar

Más de 2.000 soldados, tanques y sistemas antimisiles desfilaron el domingo por el centro de San Petersburgo para conmemorar el 75º aniversario del final del terrible asedio de Leningrado que causó al menos 800.000 muertos entre 1941 y 1944.
En el desfile en la segunda ciudad más importante de Rusia se exhibió arsenal pesado, incluyendo el legendario tanque T-34 y sistemas de lanzamientos múltiples de cohetes, que circularon cerca del Museo del Hermitage, lo que suscitó controversia entre algunos de los supervivientes que criticaron el «militarismo» del acto.
El presidente Vladimir Putin, oriundo de San Petersburgo, no presenció la demostración de fuerza en la plaza del Palacio, aunque está previsto que asista a otros actos conmemorativos de la ciudad.
Más de 2.500 soldados, en uniformes modernos y de época, incluyendo abrigos en piel de oveja, participaron en la parada.
Cientos de espectadores asistieron a la exhibición, algunos de ellos enfundados en frazadas para hacer frente a la nieve que caía y a las gélidas temperaturas de -11 ºC.
Durante el acto, se observó un minuto de silencio mientras sonaba de fondo un metrónomo, recordando el que se utilizaba durante el asedio para indicar a los habitantes los inminentes bombardeos aéreos.
– «Tenemos que recordar» –
«Es una celebración para la ciudad y el país», dijo Ivan Kolokoltsev, un mánager de 45 años. «Tenemos que recordar, tenemos que conmemorar para que la gente recuerde».
Natalya Gerashchenko presenció el desfile con su hija de 12 años.
«Un desfile militar es muy lindo», señaló esta mujer de 35 años. «El levantamiento del asedio es muy importante para todos».
La antigua capital imperial de Rusia tenía tres millones de habitantes antes de la guerra y más de 800.000 personas murieron de hambre, enfermedades y bombardeos durante los 872 días de asedio del ejército de Hitler.
Unos 108.000 excombatientes y supervivientes viven actualmente en San Petersburgo.
Antes del desfile, muchas voces se alzaron en la ciudad, incluyendo a supervivientes, contra esta parada, considerada como un ejemplo de propaganda militarista de las autoridades.
«Estoy contra el militarismo», dijo Yakov Gilinsky, un superviviente del asedio de 84 años, a la AFP antes del desfile. «La guerra es horrible».
Para el historiador Viacheslav Krasikov, cuya madre durante el bloqueo tuvo que compartir cama con el cadáver de su hermana pequeña porque estaba demasiado débil para enterrarla, una fiesta militar viene a ser como un desfile de las fuerzas armadas en los campos de concentración nazis.
Un responsable del ministerio de Defensa que pidió permanecer en el anonimato afirmó por su parte que un «desfile militar es un ritual militar» y no un evento festivo.
– «Fecha importante para los rusos» –
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, no quiso hacer comentarios sobre la controversia y alegó que la ciudad de San Petersburgo era conocida por sus «ricas tradición» en materia de polémicas.
«Es una fecha muy importante para todo el país, para todos los rusos y personalmente para el presidente Putin», dijo Peskov el viernes.
Vladimir Putin, de 66 años, no había nacido cuando el asedio tuvo lugar, pero su hermano mayor murió en él y está enterrado en el cementerio de Piskaryovskoe.
La madre de Putin casi muere de hambre durante el bloqueo y su padre, que luchaba en el Ejército Rojo, resultó herido no lejos de Leningrado.
Desde el viernes, se han celebrado en toda la ciudad varios actos conmemorativos. El domingo por la noche está previsto que se efectúe una salva de cañonazos para marcar la liberación de la ciudad.
En algunos edificios de la ciudad todavía se pueden ver las advertencias del poder soviético contra estos bombardeos, en una ciudad profundamente marcada por esta tragedia.