
Sánchez reclama una ofensiva ante la «internacional del odio» a la que sucumbe la derecha
Santiago de Chile, 21 jul (EFE).- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, instó este lunes a los gobiernos progresistas de todo el mundo a unirse y «pasar a la ofensiva» en defensa de la democracia ante la que denomina «internacional reaccionaria del odio y la mentira» y a la que cree que ha sucumbido la derecha tradicional.
Sánchez hizo esta llamada en su comparecencia en el Palacio de la Moneda con motivo de la cumbre en defensa de la democracia en la que participó junto a los presidentes de Chile, Gabriel Boric; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro, y Uruguay, Yamandú Orsi, y en la que avanzó que España organizará en 2026 una nueva reunión de este tipo en apoyo de la democracia.
La reunión de este lunes, convocada con el epígrafe «Democracia siempre», pretende impulsar una plataforma en defensa de las instituciones democráticas frente a los movimientos populistas y de ultraderecha que las intentan debilitar.
Ante ello, el jefe del Ejecutivo español destacó la necesidad de colaboración de todos los gobiernos progresistas y consideró que «es hora de dar un paso al frente» para defender y profundizar activamente la democracia de lo que considera «una amenaza real, la internacional del odio y la mentira».
Para Sánchez, interpela a todos el desafío de hacer frente a la amenaza «liderada por una coalición de intereses entre oligarcas y la ultraderecha».
«Una internacional del odio y la mentira que avanza peligrosamente, por desgracia, en ambos continentes, poniendo en riesgo los derechos y libertades por los que las generaciones que nos precedieron lucharon tanto, a veces sacrificando la propia vida», subrayó.
Por eso, explicó que preservar la democracia no es sólo una cuestión institucional o jurídica, sino que es una obligación moral y una responsabilidad que se debe tanto a las generaciones pasadas como las futuras.
A su juicio, preservar la democracia es una batalla política que trasciende las urnas y los votos y es un deber que se libra en calles, plazas, periódicos, redes sociales, televisiones y organizaciones internacionales.
Una tarea que, dijo, no conoce de idiomas o de acentos, sino de principios, valores y convicciones.
«Nos enfrentamos, en definitiva, a una internacional reaccionaria que actúa coordinadamente y por eso es tan importante actuar desde la coordinación y la respuesta conjunta», apostilló.
Es a los gobiernos liderados por fuerzas progresistas a los que recalcó que toca encabezar esa respuesta e incluso hacerlo solos si es necesario.
Una reacción en solitario, porque aseguró que cada vez es más evidente que hay una derecha tradicional, con la que hasta no hace mucho tiempo se compartían consensos básicos, «que ha desertado de esa labor histórica y ha sucumbido al marco impuesto por la ultraderecha».
«Son cada vez más fuertes, están en más sitios, es una evidencia», insistió, antes de reiterar su llamamiento a hacerles frente estando cada vez más juntos y unidos.
Sánchez recordó que la iniciativa para proteger la democracia fue lanzada por él y por el presidente brasileño el año pasado en Nueva York en los márgenes de la apertura del nuevo periodo de sesiones de la Asamblea de la ONU.
Tras ese paso, el dado este lunes en Chile manifestó que ha identificado tres áreas clave de actuación.
La primera de ellas, fortalecer las instituciones democráticas y el multilateralismo, porque señaló que en este espacio es donde se juega buena parte de la partida; y en ese contexto fue cuando anunció que España albergará una nueva cumbre en defensa de la democracia el próximo año.
A eso sumó combatir la desinformación, ámbito en el que España ha propuesto promover una gobernanza digital democrática, y colaborar para garantizar que los algoritmos no manipulen nuestras opiniones ni tampoco debiliten la cohesión social y nuestra convivencia.
Como tercer ámbito de actuación citó la necesidad de reducir la desigualdad.
Esa subrayó que es la primordial tarea de los gobiernos progresistas, ya que, para él, la injusticia social, ambiental y económica es la que termina quebrando la confianza de la gente en las instituciones.
«La desigualdad -precisó- es el caldo de cultivo donde crece el virus del extremismo y de la polarización».
Sánchez dio las gracias a Boric por la organización de la cumbre y resaltó el hecho de que se celebrase en un país como Chile, que consideró «un símbolo de la lucha por la democracia y la libertad. EFE
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