Tensión en isla griega de Lesbos tras incendio de campo de refugiados
La tensión va en aumento este sábado en la isla griega de Lesbos, donde miles de solicitantes de asilo siguen a la intemperie, cuatro días después de que el campo de migrantes de Moria, el más grande de Europa, se viera devastado por varios incendios.
Los esfuerzos para encontrar refugio temporal para más de 11.000 personas, incluidos miles de niños, aún no dan fruto, indicaron organizaciones de derechos humanos. Las autoridades locales continúan oponiéndose a los planes de reconstrucción de un campo.
«Mientras miles de personas duermen en las colinas alrededor de Moria o en las calles, las tensiones entre los residentes locales, los solicitantes de asilo y la policía van en aumento», lamentó la ONG Human Rights Watch en un comunicado el sábado.
El campo de Moria, que albergaba a más de 12.000 personas en pésimas condiciones sanitarias, quedó prácticamente reducido a cenizas tras varios incendios el martes y miércoles.
Las autoridades culparon a los migrantes por estos fuegos. El primero se produjo poco después de que 35 personas dieran positivo por coronavirus y se vieran obligados a respetar medidas de aislamiento.
«Dormimos en el suelo o en la carretera, a la intemperie», dijo en Facebook un grupo de migrantes del antiguo campo, señalando, por ejemplo, que algunas personas encontraron refugio bajo los árboles de un cementerio griego local.
«No tenemos nada con qué cubrirnos, ni siquiera una chaqueta que ponernos para protegernos del frío de la noche y del viento», indicaron.
«Tenemos miedo ya que los 35 casos positivos aún no se localizaron y cualquier persona puede tener y propagar el covid-19», dijo por su parte un grupo de concienciación de los riesgos del coronavirus en Moria.
El viernes, el ejército y los bomberos usaron helicópteros para trasladar tiendas de campaña cerca de un antiguo campo de tiro, a tres kilómetros del puerto de Mitilene, y sortear así los controles de carreteras instalados con apoyo de las autoridades locales y de los habitantes del lugar, para evitar que se establezca un nuevo campo temporal cerca de las ruinas de Moria.
El alcalde de Mitilene rechazó esta posibilidad y la consideró «poco realista».
«Cualquier idea de reconstruir algo así debería olvidarse», dijo Stratis Kytelis, a la cadena Antenna TV. «La sociedad de la isla ya no puede asumir más, por razones de salud, cohesión social y seguridad nacional», agregó.
