
Una investigación judicial en Londres busca resolver el hundimiento de un pesquero francés

La justicia británica inició este lunes una muy esperada investigación sobre el misterioso hundimiento de un pesquero francés hace casi 18 años, que las familias de los cinco marineros muertos atribuyen a un submarino.
El «Bugaled Breizh» («Hijos de Bretaña» en bretón) naufragó en aguas internacionales frente a las costas de Cornualles, en el suroeste de Inglaterra, el 15 de enero de 2004. El tiempo era bueno y el barco tardó menos de un minuto en hundirse.
La tripulación, compuesta por los franceses Yves Gloaguen, Pascal Le Floch, Georges Lemetayer, Patrick Gloaguen y Eric Guillamet, pereció.
Los tribunales franceses dedicaron años a investigar, pero aunque inicialmente determinaron un accidente nunca lograron dar una explicación completa.
Ahora y durante tres semanas, el juez londinense Nigel Lickley escuchará las declaraciones de unos 40 testigos, entre marineros, socorristas, expertos, comandantes de submarinos y familiares de las víctimas.
En la primera jornada, el hijo de uno de los desaparecidos, Thierry Lemétayer, los presentó ante el magistrado como marineros experimentados.
Su padre, George, de 60 años, que había empezado a los 13 «como aprendiz en un pesquero», se quejaba «con un tono fatalista» de los «accidente recurrentes entre los barcos de pesca y los submarinos», recordó.
Las familias de las víctimas han defendido desde el principio la teoría de que un submarino quedó atrapado en las redes del barco y lo arrastró.
Submarinos del Reino Unido y de sus aliados de la OTAN se encontraban en la zona realizando ejercicios militares en ese momento.
El juez Lickley recordó el lunes que tres submarinos operaban allí en el momento del hundimiento: el holandés «Dolfijn», que subió a la superficie y fue el más cercano a la primera llamada de socorro, el alemán «U22», que también salió a la superficie, y un submarino británico.
Este tipo de investigaciones judiciales que se realizan en Inglaterra para dilucidar muertes repentinas o inexplicables, buscan establecer las causas y circunstancias pero no atribuyen responsabilidad penal o civil.
Las familias de las víctimas llevan mucho tiempo esperando estas vistas, esperando que respalden su versión de los hechos, después de que los largos procedimientos en Francia no fueran concluyentes.
«Se llegará al fondo de las cosas y las familias, que nunca se han rendido, nunca han tenido tantas esperanzas», dijo a la AFP el abogado Dominique Tricaud, que representa a los hijos de Lemetayer.
«Las familias creen que el (submarino británico) ‘HMS Turbulent’ fue el responsable del hundimiento y esperan que el juicio lo demuestre. No quieren venganza, pero no pueden hacer su duelo sobre una mentira de Estado», agregó.