Agonía del club de fútbol suizo Servette
El riesgo de quiebra del club Servette de Ginebra confirma el estado del fútbol en la parte oeste del país. Neuchâtel Xamax pareciera ser el único sobreviviente de la élite del balompié en la región francófona.
De aquí al 21 de enero, la Justicia decide la suerte del Servette.
Ya ha comenzado la cuenta regresiva que determinará si este equipo se va a la quiebra. Sólo un auténtico milagro, en el que pocos ya creen, podría salvar al club de la debacle. Será, a más tardar, el 21 de enero cuando se conozca el futuro del Servette.
Su suerte se encuentra en manos de la Justicia después de que el propietario del club, Marc Roger, informara al Tribunal de la Cámara de comercio de Ginebra sobre la situación y solicitara un aplazamiento de la declaratoria de quiebra. Servette tiene una deuda que sobrepasa los 7 millones de francos.
Debacle latina
Luego de lo que pasaron el Club de Fútbol Lugano y el de Lausanne-Sport, en el 2002; el Servette se dirige aparentemente hacia el mismo destino trágico de esos dos expilares del fútbol suizo.
Parece el final de una larga agonía, porque la esfera política ginebrina no parece tener la intención de socorrerle.
Uno de sus representantes, el consejero de Estado Laurent Moutinot, declaró que “la desaparición del Servette FC no sería un hecho nefasto para el Estadio de Ginebra si se toma en cuenta que ningún inquilino ha recibido nada del Club desde hace más de un año”.
Para el equipo significa perder su espacio en la primera liga del fútbol suizo. Y poco ayuda en este caso su prestigiosa reputación decorada con numerosos éxitos: 17 títulos nacionales, 7 Copas de Suiza y 27 participaciones en las Copas de Europa.
El Club de Fútbol Servette ha sido durante 115 años uno de los más importantes embajadores del balompié suizo en el extranjero, al lado del Grasshopper zuriqués.
Pierde peso el fútbol de la región francófona
El 20 de febrero próximo inicia el campeonato suizo que, sin Servette, contará tan sólo con un equipo de la parte francófona del país, mientras que los otros ocho equipos restantes de la Super Liga provienen de la región germanófona.
Tampoco tiene embajador alguno el balompié de la parte italiana del país.
El Neuchàtel Xamax es el único latino en la contienda del fútbol nacional. Un panorama totalmente distinto al del 2001, en el que aún figuraban el Servette, el propio Xamax, Sion, Lausanne-Sports e Yverdon.
“Una evolución lamentable. Todo el fútbol suizo pierde con ello”, explica Edmond Isoz, director de la Swiss Football League (Asociación Suiza de Fútbol), que engloba a la Super League y la Challenge League.
También en la parte germana hay descontento por estos cambios radicales en el mapa del fútbol suizo. Ninguno de los grandes clubes de allí, entre ellos el Basilea, Grasshopper, FC Zúrich y el Young Boys, puede sentirse satisfecho de esta regionalización del balompié nacional.
Políticas distintas
¿Esta tendencia es fruto del azar? No necesariamente. “Existe una diferencia radical”, explica Edmond Isoz: “En la región germanófona no se ve con buena cara el hecho de dar el poder a inversores extranjeros. Se prefieren soluciones nacionales.”
La excepción que dio aún mayor peso a la regla fue la experiencia vivida por el Club Wil que tras estar un breve periodo (2003-2004) en manos ucranianas y sufrir resultados desastrosos, pudo ser salvado de forma casi milagrosa.
Pero del otro lado del río Sarine las cosas se han manejado de forma distinta. El sepulturero del Lausanne-Sports fue el hombre de negocios franco-polaco, Waldemir Kita, quien colocó en primera línea sus intereses personales, en detrimento de los del propio club.
En el caso del Servette, el francés Michel Coencas, de reputación poco seria y amigo de Bernard Tapie, dirigió el equipo antes de la llegada de Marc Roger.
Y ni hablar del confinamiento del Sion, que se inició con Christian Constantin y fue consumado por el camerunés Gilbert Kadji.
swissinfo, Jonathan Hirsch
Traducido por Patricia Islas
– Si es declarada la quiebra afectará a la Sociedad Anónima del club Servette FC., pero no concierne a la asociación del Servette FC que incluye sobre todo el movimiento juvenil.
– Servette seguirá existiendo, pero dejará de pertenecer a la Liga de primera división.
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