3.000 expertos estudian cómo regular el comercio legal de 250 especies en peligro
Redacción Medioambiente, 24 nov (EFE).- La gestión del comercio internacional de especies que están o pueden llegar a estar en peligro de extinción, como el okapi, la anguila o el ginseng, será sometida a revisión a partir de este lunes en Samarkanda (Uzbekistán), con el fin de garantizar que dicho comercio sea «legal, sostenible y trazable».
La Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (COP CITES) estudiará en la ciudad asiática 51 propuestas para determinar si el comercio de unas 250 especies debe estar prohibido para fines comerciales, salvo en circunstancias excepcionales como la investigación científica (Apéndice I de la Convención), o permitido bajo una estricta regulación que no perjudique su supervivencia (Apéndice II).
La también conocida como Conferencia Mundial sobre la Vida Silvestre se prolongará hasta el 5 de diciembre, con más de 3.000 participantes que representan a 170 países y organizaciones.
El okapi, la hiena rayada, la palma chilena o el palo de brasil pueden ser incluidos en el Apéndice I, si se aprueban las respectivas propuestas, y la gacela dorcas, el perezoso de dos dedos, el cazón, la anguila o los pepinos de mar en el Apéndice II.
La extensa agenda de la reunión contempla debates sobre la gestión y conservación de los elefantes, los grandes simios, los felinos asiáticos, los tiburones o los caballitos de mar, y en el apartado de la flora sobre los árboles de palo de rosa, la madera de Brasil y las plantas medicinales y aromáticas, entre otros apartados.
La CITES, un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos, ofrece diversos grados de protección a más de 37.000 especies de animales y plantas.
Evitar la extinción de la anguila
Con motivo de la COP CITES, la organización WWF (World Wildlife Fund) ha advertido este lunes sobre «la dramática situación» de las poblaciones de anguilas en todo el mundo y ha celebrado la propuesta de incluir la anguila japonesa y la americana en el Apéndice II del Convenio.
Estas especies afrontan «una demanda global insostenible, tanto del comercio legal como del ilegal».
La anguila europea, la más amenazada de todas las de su género, ya fue incluida en el Apéndice II en 2009.
A juicio del WWF, «el colapso de las poblaciones de anguilas también es un síntoma del deterioro de los ecosistemas de agua dulce y marinos» pues, según su informe Planeta Vivo, las poblaciones de vertebrados de agua dulce han disminuido en un 85 % en los últimos 50 años, el mayor declive de todos los grupos analizados.
Por ello, WWF insta a los gobiernos reunidos en la COP CITES «a reforzar la cooperación internacional, a implementar controles efectivos del comercio y a adoptar medidas de restauración de sus hábitats, así como una gestión de las pesquerías que siga el consejo científico y que permitan dar un respiro a especies migratorias únicas y evitar que se extingan». EFE
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