El presidente de la estatal petrolera YPFB, Guillermo Achá, fue destituido este jueves en medio de una investigación judicial por presuntas irregularidades de un contrato con la italiana Drillmec por casi 149 millones de dólares para la provisión de equipos.

El gobierno lo reemplazó inmediatamente por el ingeniero Oscar Barriga, quien se abocará "fundamentalmente a acelerar la inversión", según el presidente Evo Morales, presente en el acto de posesión en el Palacio Quemado.

Ninguna autoridad mencionó, sin embargo, que Achá fue cesado a causa de su involucramiento en el caso de corrupción que, no obstante, podría alcanzarlo por las declaraciones judiciales de los imputados.

Seis miembros de un comité de licitación de Yacimientos Petroleros Fiscales Bolivianos (YPFB), entre ellos el vicepresidente de Contratos y Fiscalización, Bismarck Serrano, están investigados por delitos de conducta antieconómica, incumplimiento de deberes, uso indebido de influencias y encubrimiento.

Drillmec se adjudicó en febrero pasado un contrato por 148,8 millones de dólares para la provisión de tres taladros a la estatal YPFB. Este contrato fue disuelto a fines de abril por el gobierno, en medio de denuncias de irregularidades en su adjudicación.

A pesar de indicios en su contra, Achá no fue incluido en el juicio, pero una comisión de fiscales estudia la posibilidad de citarlo a declarar.

"Exijo al Fiscal General del Estado (Ramiro Guerrero) que, de una vez por todas, se incluya al señor Achá y a todos los que haya que incluir para que en este proceso se establezcan las verdaderas responsabilidades", declaró el senador de derecha Oscar Ortíz.

Achá niega en rotundo haber tenido conocimiento del proceso de contratación y alega que todas las etapas estuvieron a cargo del personal actualmente investigado por la justicia, cesados todos de sus funciones.

La Fiscalía, a instancia del gobierno, inició procesos en abril a 14 funcionarios de YPFB, entre ellos los detenidos actualmente, y al representante legal de Drillmec.