Alemania adopta la tobillera electrónica para agresores siguiendo el ejemplo español
Berlín, 19 nov (EFE).- El Gobierno alemán adoptó este miércoles un proyecto de ley basado en el ejemplo del modelo español para proteger mejor a las mujeres víctimas de violencia doméstica, el cual permitirá a los juzgados de familia obligar a los agresores y acosadores a llevar tobilleras electrónicas y a participar en programas de reeducación.
La ministra federal de Justicia, Stefanie Hubig, que presentó las modificaciones a la Ley de Protección contra la Violencia, señaló en un comunicado que «la violencia doméstica no es un destino inevitable», sino que se puede y debe hacer más para prevenirla y reducirla, a fin de «proteger mejor a las mujeres».
En Alemania, recordó, «cada pocos minutos, una mujer es atacada por su pareja o expareja y casi cada dos días, un hombre mata a su pareja o expareja».
Según las estadísticas criminales, en 2023 más de 250.000 personas en Alemania fueron víctimas de violencia doméstica. 155 mujeres y 24 hombres fueron asesinados ese año por sus parejas o exparejas, aunque la magnitud real de la violencia doméstica probablemente sea mucho mayor.
En virtud del proyecto de ley, los juzgados de familia deberán poder obligar, como pronto a partir de 2027, a los agresores a llevar una tobillera electrónica.
Además, podrán ordenar cursos de formación social contra la violencia, como programas de reeducación. Si el agresor no mostrase disposición a colaborar, también será posible obligarlo a participar en un asesoramiento de prevención de la violencia.
«El ejemplo de España muestra que la tobillera electrónica puede salvar vidas. Los programas contra la violencia también pueden evitar agresiones», recalcó Hubig.
El proyecto de ley establece en concreto que los juzgados de familia pueden, a petición de las víctimas, dictar medidas de protección frente a la violencia y el acoso.
En particular, pueden emitir una orden de protección que prohíba, por ejemplo, que el agresor entre en la vivienda de la persona amenazada o se acerque a ella, pero, para garantizar su cumplimiento, también podrán, una vez entre en vigor la ley, obligar a los agresores, en casos de alto riesgo, a llevar una tobillera electrónica.
A las víctimas se les podrá proporcionar, si lo desean, un segundo dispositivo, una especie de sensor o receptor, que indique si el agresor se acerca ilegalmente a ella.
«El hombre recibe una tobillera (con transmisor) y la mujer un sensor», resumió el ministro del Interior, Alexander Dobrindt, quien alabó en varias ocasiones el «modelo español» como ejemplo que ha servido al Gobierno alemán para introducir por ley el citado dispositivo telemático.
Está previsto que la entidad que supervise técnicamente la tobillera sea alertada automáticamente cuando se incumpla la distancia mínima establecida por el tribunal. Entonces podrá advertir inmediatamente a la víctima e informar a la autoridad policial competente, si resulta necesario.
Tanto la medida de la tobillera electrónica como la de los cursos de formación social se aplicarán también a las relaciones entre progenitores e hijos.
Las violaciones de órdenes de protección podrán castigarse con mayor severidad bajo el proyecto de ley, de manera que el máximo de la pena de prisión posible se incrementará de dos a tres años.
Por último, los juzgados de familia podrán obtener en el futuro información del Registro de Armas, a fin de mejorar el análisis de riesgo en procedimientos de protección contra la violencia y en asuntos de custodia. EFE
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