Atentado de 1983 contra EEUU fue inicio de «guerra al terrorismo», dice Pence
El atentado con bomba contra unos cuarteles de Marines estadounidenses en Beirut en 1983 constituye el inicio de la «guerra al terrorismo», dijo este lunes el vicepresidente Mike Pence, lanzando advertencias a Irán y el grupo Hezbolá.
En una ceremonia en otro edificio usado por Marines en Washington, Pence lanzó acusaciones contra Teherán e incluyó el ataque en el que murieron 241 estadounidenses en una serie de atentados que incluyen el 11 de Septiembre de 2001.
«Hace exactamente 34 años, Estados Unidos fue empujado a una guerra contra un enemigo como el que nunca habíamos enfrentado», dijo Pence, padre y hermano de Marines.
«El atentado contra los cuarteles en Beirut fue el primer disparo en una guerra en la que estamos desde entonces: la guerra mundial al terrorismo», añadió, recordando la presencia de soldados estadounidense en Líbano, Libia, Nigeria, Afganistán, Irak «y muchos otros campos de batalla en el medio».
Las declaraciones de Pence coinciden con un impulso del gobierno de Donald Trump para presionar a Irán.
Trump se alejó del acuerdo internacional para controlar el programa nuclear iraní y anticipó una nueva arremetida contra la influencia de Teherán en Oriente Medio.
Para la Casa Blanca, el acuerdo firmado por su antecesor Barack Obama – y otras cinco potencias mundiales con Irán- permitió a Teherán apoyar y financiar libremente a grupos armados en la región.
«Este presidente no se quedará de brazos cruzados mientras los ayatolás en Teherán conspiran más ataques como el terrorífico ataque que conmemoramos hoy», dijo Pence.
Pero la inclusión de Irán, donde se profesa la rama chií del Islam, en el marco de la «guerra contra el terrorismo» puede provocar escepticismo.
Por la mayor parte de las últimas dos décadas, esa «guerra» declarada tras los atentados de 2001 se ha convertido en sinónimo de los esfuerzos de Estados Unidos por derrotar a grupos yihadistas predominantemente suníes como Al Qaida y el Estado Islámico.
El ataque de 1983 fue atribuido al grupo chií Hezbolá, que es apoyado por Irán.
Este mes, el gobierno de Trump ofreció 7 millones de dólares por información sobre el paradero de Talal Hamiyah, presunto jefe de «la rama terrorista internacional de Hezbolá», y otros 5 millones para localizar a Fouad Chokr, «un alto comandante militar de las fuerzas del grupo».
«Pero como todos sabemos, ese grupo terrorista es solo una ficha del estado que más apoya el terrorismo», afirmó Pence, en referencia a Irán.
«El presidente Donald Trump ha puesto a Irán sobre aviso de que no toleraremos más sus actividades desestabilizadoras o su apoyo al terrorismo en la región y alrededor del mundo», añadió.