Australia acusa a China de intentar jaquear infraestructuras críticas del país
Sídney (Australia), 12 nov (EFE).- El jefe de los servicios de inteligencia australiana advirtió este miércoles sobre un incremento sin precedentes de la actividad de espionaje y sabotaje cibernético y acusó a jáqueres supuestamente vinculados al Gobierno chino de intentar infiltrarse en infraestructuras críticas del país como redes de energía, agua, transporte y telecomunicaciones.
El director general de la Organización Australiana de Inteligencia y Seguridad (ASIO, por sus siglas en inglés), Mike Burgess, alertó durante el Foro Anual de la Comisión Australiana de Valores e Inversiones (ASIC) en Melbourne (sur) de que Australia ha alcanzado ya el umbral de «sabotaje de alto impacto».
Según el jefe de ASIO, los grupos conocidos como Salt Typhoon y Volt Typhoon están integrados «por piratas informáticos al servicio de la inteligencia del Gobierno chino y las Fuerzas Armadas de China», dijo, y han comprometido redes críticas en Estados Unidos y explorado las australianas con el fin de obtener acceso persistente.
«Estas intrusiones les permitirían, llegado el caso, desconectar servicios esenciales o sabotear sistemas enteros», dijo.
Burgess subrayó que los intentos de infiltración no se limitan al ámbito militar, sino que también apuntan al sector privado, con el robo de secretos comerciales, datos personales y propiedad intelectual.
«En un caso, el espionaje dio a un país extranjero ventaja en negociaciones comerciales; en otro, la copia de un diseño australiano casi llevó a la quiebra a su creador», relató.
Un informe elaborado junto al Instituto Australiano de Criminología estima que el espionaje costó al país 12.500 millones de dólares australianos (unos 7.300 millones de euros) en el ejercicio 2023-24, incluidos 2.000 millones por robo de secretos comerciales.
Las relaciones entre China y Australia han sido tensas en los últimos años, marcadas por disputas comerciales, acusaciones de espionaje y desacuerdos diplomáticos.
Tras décadas de cooperación económica, Camberra ha adoptado una postura más firme frente a Pekín, especialmente en materia de seguridad, inversión extranjera y tecnología.
No obstante, bajo el liderazgo del primer ministro, Anthony Albanese, Australia ha buscado suavizar tensiones y acercar posturas con China en comparación con la administración anterior.
Esa estrategia quedó patente durante la visita oficial de Albanese a China el pasado julio y en el último encuentro en octubre entre Albanese y el primer ministro chino, Li Qiang, en los márgenes de la cumbre de líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), donde abogaron por una relación «más madura y estable». EFE
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