
Australia confirma que verificación de edad en redes sociales es posible pero con riesgos
Sídney (Australia), 1 sep (EFE).- Un nuevo informe encargado por el Gobierno australiano concluyó este lunes que el uso de tecnologías de verificación de edad para aplicar la prohibición de acceso a redes sociales a menores de 16 años es técnicamente posible, pero conlleva limitaciones, riesgos éticos y preocupaciones en materia de privacidad.
El ensayo tecnológico de control de edad, elaborado por el organismo británico de evaluación Age Check Certification Scheme (ACCS), evaluó distintos sistemas, como la estimación facial mediante inteligencia artificial, la verificación de documentos de identidad y el análisis de patrones de comportamiento.
Los resultados muestran que estas herramientas pueden funcionar, aunque presentan márgenes de error considerables cerca del umbral de los 16 años. Según el estudio, los usuarios de esa edad tienen un 8,5 % de probabilidades de ser clasificados erróneamente como menores, mientras que en el caso de los jóvenes de 17 años la tasa de rechazo injustificado alcanza el 2,6 %.
El informe también advirtió de sesgos en los sistemas, que afectan de forma desproporcionada a las mujeres, personas no caucásicas y comunidades indígenas. Ante estas limitaciones, los expertos recomendaron un enfoque «en capas» que combine varias técnicas de verificación y que, en última instancia, pueda apoyarse en documentos oficiales o el consentimiento parental.
No obstante, el estudio alertó sobre los riesgos de una recolección masiva de datos biométricos y de que grandes compañías tecnológicas se conviertan en guardianes del acceso a Internet. Críticos del plan sostienen que estos peligros podrían superar los beneficios previstos en la protección de los menores en línea.
Sin embargo, la conclusión del análisis es que es sí posible aplicar un sistema de control de edad en el contexto australiano y que este sea «privado, robusto y eficaz», además de no existir «ninguna limitación tecnológica sustancial que pudiera impedir el uso de sistemas de aseguramiento de la edad».
El Senado australiano aprobó el pasado noviembre la norma, que el país define como pionera y que prohíbe el acceso de los menores de 16 años a las redes sociales, so pena de multas de hasta 32,5 millones de dólares (30,7 millones de euros) para las plataformas como Facebook, Instagram, o TikTok que la infrinjan.
Los hallazgos del ensayo responden en parte a cuestionamientos previos a la ley por parte de algunas tecnológicas, que pusieron en duda su viabilidad e incluso legalidad, en el caso de X, diciendo que podría no ser compatible con las regulaciones internacionales y los tratados de derechos humanos que Australia ha firmado.
Varios países han promovido legislar sobre el acceso de niños y adolescentes a las redes sociales, pero, en la práctica, las normas enfrentan múltiples obstáculos a la hora de ser aplicadas.
La Comisión Europea está preparando una guía para asegurar que los menores no acceden a contenidos inapropiados en Internet, así como para fijar cuál debe ser la edad mínima para abrirse una cuenta en las redes sociales, en el marco de la ley de servicios digitales. EFE
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