Austria recurre que la Justicia de la UE considere sostenible la energía nuclear
Viena, 20 nov (EFE).- Austria ha apelado la decisión del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) que desestima una demanda austríaca contra la clasificación de las inversiones en energía nuclear y gas natural como «sostenibles», informó el este jueves el Ministerio de Medio en Viena.
El TGUE había desestimado en septiembre el recurso presentado por el Gobierno austríaco contra la inclusión de la energía nuclear y el gas en la clasificación comunitaria de las inversiones consideradas verdes, lo que se conoce como «taxonomía».
El Ejecutivo de la república alpina, formado por conservadores, socialdemócratas y liberales, decidió interponer un recurso tras realizar un «exhaustivo análisis jurídico» de la sentencia, afirma el ministerio en un comunicado.
«Clasificar la energía nuclear como sostenible es un error y contradice los principios fundamentales de la taxonomía. Por eso, estamos dando este paso legal adicional», resaltó el ministro de Medio Ambiente, el conservador Norbert Totschnig, en el comunicado.
«Mantenemos nuestro firme compromiso de garantizar que las regulaciones europeas promuevan realmente la expansión de las fuentes de energía renovables», agregó.
La apelación se basa principalmente en el argumento de que, desde la perspectiva jurídica austriaca, el tribunal europeo aplicó un criterio de revisión incorrecto y que el reglamento impugnado se adoptó infringiendo normas procesales importantes.
Además, considera que se han infringido varias disposiciones del reglamento de taxonomía, concluye la nota.
En su dictamen, el TGUE afirmó que la Comisión Europea (CE) consideró válidamente que, en determinadas condiciones, «ciertas actividades relacionadas con la energía nuclear y el gas fósil pueden contribuir sustancialmente a la mitigación del cambio climático y a la adaptación al mismo».
En 2022, la Comisión consideró «sostenibles» las centrales nucleares con permiso de construcción antes de 2045 y las plantas de gas que emitan menos de 270 gramos de CO2 por kilovatio-hora hasta 2031 o menos de 100 gramos en el conjunto de su vida útil.
La ‘taxonomía’ etiqueta aquellas actividades consideradas «verdes» para facilitar que se canalicen inversiones en sectores como el energético, la agricultura, el transporte o la industria, pero en la práctica no obliga ni prohíbe invertir en ellas.
Austria, entonces con un Gobierno de coalición entre conservadores y ecologistas, se opuso a la decisión y llevó el caso a los tribunales europeos. EFE
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