
Brasil reinstala la Comisión de Muertos y Desaparecidos dos años después de su extinción
Río de Janeiro, 30 ago (EFE).- La Comisión de Muertos y Desaparecidos Políticos, creada para identificar e indemnizar a las víctimas de la dictadura militar (1964-1985) en Brasil, retomó sus trabajos este viernes, casi dos años después de su extinción y de que Luiz Inácio Lula da Silva se comprometiera con su reinstalación.
La comisión fue creada en 1995 en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, pero sus trabajos fueron suspendidos a finales de 2022 por decisión del entonces presidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha y defensor de los gobiernos militares.
Lula se comprometió con su reinstalación cuando fue extinguida en 2022, pero solo consiguió cumplir su palabra hoy, un año y siete meses después de asumir su tercer mandato, debido a que el asunto aún generaba resquemores entre los militares.
El Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía tenía listo desde marzo del año pasado un borrador del decreto que recrea la comisión, pero el presidente solo lo firmó en julio de este año tras recibir presiones de organizaciones no gubernamentales.
La reinstalación del mecanismo era una de las principales reivindicaciones de las víctimas del régimen militar, que se sintieron decepcionadas por la falta de apoyo oficial a las conmemoraciones de abril pasado por los 60 años del golpe de Estado de 1964.
Lula vetó la organización de actos oficiales para no tensar aún más la cuerda con el Ejército, algunos de cuyos oficiales son investigados por supuestamente tramar el intento de golpe de Estado de enero del año pasado tras la derrota electoral de Bolsonaro.
En una ceremonia que marcó la reinstalación del organismo, el ministro de Derechos Humanos, Sílvio Almeida, afirmó que la retomada de los trabajos solo fue posible por los esfuerzos realizados por el líder progresista para superar todas las resistencias.
Almeida acusó a Bolsonaro de haber actuado de forma criminal al extinguir la comisión sin que hubiera terminado sus trabajos de identificar a todas las víctimas de la dictadura y de fijar indemnizaciones para sus familiares.
«Su actitud fue terrible, cruel y violenta, pero fue tristemente coherente con la trayectoria de quien dice tener como ídolo a un torturador», afirmó el ministro en referencia a las declaraciones elogiosas del capitán de la reserva hacia militares acusados de tortura.
En los 27 años en que funcionó antes de ser extinta, la Comisión analizó cerca de 300 casos de desaparecidos durante la dictadura, cuya muerta fue reconocida como de responsabilidad del Estado, por lo que se fijaron indemnizaciones para sus familiares. EFE
cm/mp/enb