Cardenal Tolentino: Rosalía capta una necesidad de la cultura de acercarse a lo espiritual
Praia, 11 nov (EFE).- El cardenal portugués José Tolentino de Mendonça subrayó este martes que, en un mundo fragmentado como el actual, las lenguas son «puentes» que «construyen comunidad», y puso en valor que los artistas son «grandes conductores de la lengua», pero también «aliados» en «la búsqueda que todos hacemos de un sentido para nuestras vidas».
«Los artistas son sensores. Cuando una creadora como Rosalía habla de la espiritualidad quiere decir que ella capta una necesidad profunda de la cultura contemporánea de acercarse más a las razones espirituales, de fomentar una vida interior, de valorar la experiencia religiosa como una experiencia fundamental, un ingrediente fundamental en la construcción de lo humano», dijo Tolentino de Mendonça sobre ‘Lux’, nuevo trabajo de la cantante catalana atravesado por la espiritualidad, en una entrevista con EFE en Praia, la capital de Cabo Verde.
El cardenal y prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación del Gobierno de la Santa Sede inauguró en la Universidad caboverdiana la Conferencia Internacional de las Lenguas Portuguesa y Española (CILPE), una cita sobre la cooperación entre esos dos idiomas y sobre la importancia del multilingüismo en el espacio iberomericano.
«Las religiones deben dialogar con la cultura»
Tolentino de Mendonça abrió la primera jornada de la cuarta edición de la CILPE, que se desarrollará hasta el miércoles, con una aplaudida ponencia en la que mencionó a Miguel de Cervantes, Garcilaso de la Vega, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Fernando Pessoa, Jorge Luis Borges, Federico García Lorca o Mia Cuoto.
También recordó en su discurso a la cantante caboverdiana Cesaria Evora, que falleció en 2011 a los 70 años, y después puso en valor que los artistas son «grandes conductores de la lengua».
«Ofrecen la posibilidad a no hablantes de conocer la lengua para poder escuchar, cantar, leer en el (idioma) original», puso en valor el cardenal, mencionando a todas las personas que a lo largo de los siglos han aprendido español para poder leer a Miguel de Cervantes y señalando que en el futuro la gente seguirá aprendiendo español o portugués para leer a los «grandes» escritores, poetas o cantautores de esas lenguas.
Tolentino de Mendonça también recordó que el papa Francisco, al igual que su sucesor, Leon XIV, era muy consciente de la «importancia de la cultura».
«Las religiones deben entrar en diálogo con la cultura. En un mundo plural, en nuestras sociedades democráticas, el diálogo es fundamental, y el diálogo entre religiones y cultura es un activo, es un enriquecimiento para todos», remarcó.
La palabra, «la más genial invención humana»
Nacido en 1965 en la isla de Madeira, que, junto a Cabo Verde o las españolas Islas Canarias, integra la conocida como Macaronesia, Tolentino de Mendonça subrayó que, «en un mundo fragmentado como es el nuestro, donde la tentación de la polarización es tan grande, la lengua es un puente entre la humanidad».
«La lengua es la posibilidad de construir, reconocer, una comunidad, porque la lengua no tiene un creador, está hecha por todos. Es un producto hecho por todos los hablantes de una lengua», comentó el cardenal y prefecto.
Así, ensalzó que las lenguas, objeto de estudio para científicos y académicos, viven «del hablar del hombre común» y «construyen comunidad».
«No seríamos humanos sin la palabra. La palabra es la más genial invención humana. Porque no solamente es un instrumento de información, sino que es un modo para que el hombre se cuente a sí mismo, para contar sus dolores y sus esperanzas», añadió el teólogo y poeta.
Y recalcó que, cuando las lenguas están amenazadas, también lo está la humanidad.
«Lenguas amenazadas son también humanidad empobrecida. Proteger las lenguas es proteger al humano, es proteger esta posibilidad de estar juntos, de construir unos proyectos comunes. Por eso es muy importante lo que se hace para proteger las lenguas», remachó Tolentino de Mendonça en Cabo Verde, país que se independizó de Portugal hace 50 años y en el que se habla portugués y criollo (‘krioulo’). EFE
pcc/mb