Carla Otero, la promesa femenina del toreo que se abre camino «paso a paso»
Francisco Racines
Riobamba (Ecuador), 22 abr (EFE).- Solo cuenta con 18 años, pero la joven novillera española Carla Otero tiene claro que hacerse un sitio en el mundo de los toros «es un camino paso a paso», y en la plaza Raúl Dávalos, de Riobamba (Ecuador), ha dado uno importante con su debut internacional fuera de España.
“Debuté la semana pasada en España con picadores y este jueves lo hice en América”, dice Otero a Efe con la alegría de haber triunfado en su primera aparición en tierras americanas, al haber salido a hombros y con dos orejas en la mano.
A la novillera le tocó lidiar con el último astado de la noche, dentro del Festival Virgen Esperanza de Triana, que abría la feria taurina de Riobamba, ciudad andina de Ecuador situada a unos 210 kilómetros al sur de Quito, donde su actuación levantó una fuerte ovación del público local.
La torera dejó ver una bien aprendida labor, con un estilo de toreo clásico en el que su mente privilegiada para entender al animal se hizo visible de forma notoria.
Los lances de capote fueron muestra de gran técnica y temple, y con la muleta plantó los pies en la arena y se arrimó al toro, lo que generó alta transmisión en los tendidos, al mismo tiempo que se metía cada vez más en la faena.
Apretando en los terrenos del toro y lanzándole los vuelos de la muleta a la cara, las tandas de iban ligando tanto en los medios como en el tercio, y así Otero dio varios pases de forma continua, cargando la suerte, con valor y elegancia.
Al final, después de una media estocada certera, la plaza en pleno la ovacionó de pie y el rostro de Otero dejó ver una sonrisa mientras paseaba las dos orejas por el albero.
SIN APURO POR LA ALTERNATIVA
Con alegría por lo sucedido, Otero, natural de Guadalajara, aseguró que es un sueño haber debutado en América dentro de una plaza tan importante y con el respaldo del empresario y matador José Luis Cobo, que es una referencia dentro de la comunidad taurina de Ecuador.
De momento Otero no tiene prisa por recibir la alternativa, pues dejó en claro que “esto se trabaja día a día». «Recién he debutado, tengo un largo camino por recorrer pero con mucha ilusión”, manifestó la novillera.
Pocas han sido las mujeres que han llegado alto en el mundo del toreo y Otero tiene claro que quiere ser una de ellas.
Para ella, la lucha es constante y requiere de mucho esfuerzo, pero aclara que no ha tenido discriminación durante el proceso. “Dentro de la plaza todos somos toreros”, sostiene.
Al ser consultada por su ídolo o figura que la impulsó a ser torera, la joven novillera afirmó que admira a todos los toreros, «siempre se puede aprender de ellos sin excepción”.
Si bien Otero no proviene de una familia con gran tradición taurina, su hermano sentía gusto por la fiesta brava y la encaminó a entrar a la escuela taurina de Guadalajara, a la cual pertenece hasta ahora.
SIN CASI DESCANSO
Al regresar a España el domingo ya tiene una nueva novillada, y está enfocada en eso: “El objetivo es el camino, esto es día a día”, reitera la torera para dejar en claro que quiere tener siempre los pies bien puestos sobre el ruedo.
Respecto de su preparación, Otero manifiesta que la temporada está empezando y viene de un invierno de mucho entrenamiento físico, mental y de toreo de salón para pulir la técnica.
Para concluir, la novillera de La Alcarria se ve satisfecha con lo ocurrido en la noche del jueves en Riobamba, donde pudo darle 20 muletazos buenos al toro.
“Quiero torear como sé, no sé si bien o mal, pero como sé, y demostrar quién es Carla Otero”, apostilla.
Tras su fugaz y exitosa visita a Ecuador, la novillera tiene el ferviente deseo de pronto volver a estas tierras y poder seguir luchando por su sueño en suelo americano. EFE
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