China presiona a Japón con el marisco en medio del pulso diplomático por Taiwán
Pekín, 19 nov (EFE).- China elevó este miércoles la presión política, económica y diplomática sobre Japón incorporando el comercio de productos del mar al conjunto de medidas en respuesta a las recientes declaraciones de la primera ministra nipona, Sanae Takaichi, sobre una posible intervención japonesa en un conflicto en torno a Taiwán.
El Ministerio de Exteriores chino afirmó que Japón no ha proporcionado la documentación técnica prometida para garantizar la seguridad de las exportaciones acuícolas, condición previa, según Pekín, para reanudar las importaciones.
La portavoz Mao Ning añadió que, ante la indignación pública generada en China por las palabras de Takaichi, «aunque Japón exportara, no habría mercado» para esos productos en la situación actual.
Medios nipones informaron previamente de que Pekín comunicó a Tokio una nueva suspensión de las importaciones de mariscos, apenas dos semanas después de que China levantara parcialmente el veto aplicado desde agosto de 2023 a raíz del vertido de aguas tratadas de la central de Fukushima.
China no ha confirmado públicamente esa medida, pero sí ha ampliado sus críticas en un momento de fuerte fricción bilateral.
Menciones al «militarismo»
Mao acusó hoy de nuevo a Takaichi de evocar «tácticas comunes» del militarismo nipón y sostuvo que vincular una crisis en Taiwán con la posibilidad de que Japón active su «autodefensa colectiva» constituye una «violación grave» del orden internacional de posguerra.
La portavoz argumentó que a Japón se le «restringió expresamente» en el ejercicio de ese derecho tras su rendición en 1945 y recordó el «estatus de Japón como país derrotado» en la Segunda Guerra Mundial, así como que la Constitución nipona consagra la renuncia permanente al uso de la fuerza.
Takaichi afirmó el pasado 7 de noviembre que un ataque chino a Taiwán podría situar a Japón en un «estado de peligro para la supervivencia» y justificar el uso del derecho de «autodefensa colectiva» y una intervención de las fuerzas niponas en el Estrecho. Mao indicó que esas palabras «han provocado una fuerte indignación entre el pueblo chino».
Incidente protocolario
El clima diplomático se ha visto además enrarecido por un incidente protocolario: Japón presentó una queja formal alegando falta de coordinación en la gestión de la prensa durante la reunión celebrada el martes en Pekín entre Masaaki Kanai, director de la Oficina de Asia y Oceanía del Ministerio de Exteriores japonés, y su homólogo chino, Liu Jinsong.
Tokio protestó después de que circulara en redes una fotografía tomada en una zona normalmente restringida del ministerio chino que parecía sugerir que el representante nipón realizó una reverencia a su homólogo chino mientras éste se guardaba las manos en los bolsillos.
Las tensiones también han tenido efectos económicos. Las advertencias de viaje emitidas la semana pasada por China derivaron en casi medio millón de cancelaciones de vuelos desde el gigante asiático hacia Japón y en pérdidas bursátiles para empresas niponas del comercio minorista y el turismo.
En Hong Kong, la aerolínea Cathay Pacific, siguiendo los pasos de aerolíneas chinas como Air China o China Southern, anunció este miércoles que permitirá a los pasajeros con destino a Japón modificar sus billetes tras los avisos emitidos por Pekín y por el Gobierno hongkonés.
El deterioro bilateral coincide además con maniobras militares con fuego real de China en el mar Amarillo que debían acabar hoy, pero que fueron ampliadas hasta el 25 de noviembre.
Japón insiste en que su postura sobre Taiwán no ha variado y que sigue dispuesto al diálogo, mientras Pekín reitera que la isla es una “parte inalienable” de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para lograr la reunificación. EFE
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