China realiza maniobras en el mar Amarillo entre cruce de reproches con Japón por Taiwán
Pekín, 17 nov (EFE).- China realiza este lunes unas maniobras con fuego real en el mar Amarillo en un momento de elevada tensión con Japón, coincidiendo con la llegada a Pekín de un enviado nipón para tratar de rebajar el clima bilateral tras las recientes declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre Taiwán.
Las maniobras, anunciadas por la Administración de Seguridad Marítima (MSA) la semana pasada, se celebran entre hoy y el miércoles en una amplia zona del mar Amarillo, delimitada por coordenadas difundidas por la oficina marítima de Yancheng, en la provincia oriental de Jiangsu.
El aviso establece una prohibición total de navegación durante las 24 horas del día, e insta a los barcos a evitar el área.
La notificación, emitida originalmente el miércoles, no fue acompañada de detalles sobre los medios o tipos de armamento que participarán, ni sobre la finalidad concreta del ejercicio.
La zona designada para las maniobras se encuentra en el sector central del mar Amarillo, a una distancia considerable del territorio japonés.
Un contexto de fricciones
Este tipo de ejercicios en el mar Amarillo se han vuelto frecuentes en los últimos años, pero su divulgación en los medios estatales chinos durante el fin de semana atrajo más atención debido al contexto diplomático actual.
En días previos, un comentario del Diario del Ejército Popular, el principal medio de comunicación del Ejército chino, había advertido de que, en caso de una intervención japonesa en un conflicto en el Estrecho de Taiwán, «todo el país (Japón) correría el riesgo de convertirse en un campo de batalla», aludiendo al uso dual de aeropuertos y puertos nipones en ejercicios recientes.
Coincidiendo con el inicio de los ejercicios, el Gobierno japonés envió hoy a Pekín a Masaaki Kanai, director general de Asuntos de Asia y Oceanía del Ministerio de Exteriores, para reunirse con Liu Jinsong, su homólogo chino.
Según fuentes citadas por Kyodo y Nikkei, el objetivo es explorar vías de desescalada tras el incremento de tensiones por Taiwán.
La visita llega después de que Tokio expresara preocupación por la dureza del lenguaje empleado por autoridades y medios chinos hacia la primera ministra Takaichi, que afirmó en el Parlamento que un ataque a Taiwán podría constituir un “estado de peligro para la supervivencia” de Japón.
En los últimos días, varios medios oficiales chinos han endurecido el tono contra Japón. Un editorial del Diario del Pueblo calificó este lunes las declaraciones de Takaichi de “erróneas” y “peligrosas”, y las enmarcó en lo que considera un giro estratégico de Tokio.
«Consecuencias» por las «provocaciones»
La cuenta de Yuyuan Tantian, vinculada a la cadena estatal CCTV, advirtió este fin de semana en redes sociales de que “todas las consecuencias deberán ser asumidas por Japón” si persisten las “provocaciones” sobre Taiwán, una expresión más contundente de lo habitual.
El texto avisaba de «contramedidas» y una potencial «suspensión de los intercambios intergubernamentales con Japón en los ámbitos económico, diplomático y militar», acciones que «se ajustarían al derecho y la práctica internacionales».
«Takaichi no debe subestimar al pueblo chino», aseveró la cuenta.
Además, un editorial del Global Times respaldó hoy las recientes advertencias de los ministerios chinos de Exteriores, Educación y Turismo que desaconsejan viajar o estudiar en Japón por un supuesto deterioro del entorno de seguridad, avisos que Tokio ha tachado de infundados.
Las maniobras en el mar Amarillo se producen también en un año marcado por el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, un contexto en el que China ha intensificado la retórica en torno al pasado militar japonés y ha resaltado episodios históricos vinculados a la invasión nipona.
Tokio insiste en que la estabilidad del estrecho de Taiwán es esencial para su seguridad nacional, mientras China subraya que la isla es «parte inalienable» de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para lograr la reunificación. EFE
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