
Cientos de personas marchan en Quito contra Noboa, que impide llegada de más manifestantes
Quito, 12 oct (EFE).- Cientos de personas participaron este domingo en marchas contra el Gobierno del presidente Daniel Noboa, que fueron dispersadas por la Policía, mientras los militares mantenían el control en puntos de acceso a la capital ecuatoriana, Quito, para evitar que manifestantes llegados de otras zonas del país se tomen la capital, según dijo el ministro del Interior, John Reimberg.
El día 21 de las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) contra la eliminación del subsidio al diésel y otras demandas, se caracterizó este domingo por la concentración de manifestantes en unos cinco puntos de Quito, mientras que la provincia andina de Imbabura, epicentro de las movilizaciones y bloqueos, continuaba bloqueada.
Una de las manifestaciones en Quito comenzó en el sur de la ciudad en busca de llegar hasta la zona del parque El Arbolito, pero también hubo protestas en el redondel del Ciclista (centro-norte), el parque El Ejido (frente al Arbolito), en la avenida de Los Shyris (zona financiera y comercial) y en el peaje de Oyacoto, en una de las principales vías de ingreso o salida de Quito por el norte.
Con gases lacrimógenos, la Policía dispersó a los manifestantes que avanzaban gritando consignas contra el Gobierno y con carteles que rezaban «No somos terroristas», en alusión al señalamiento hecho por el Gobierno contra los participantes en estas protestas imputados por actos de violencia.
El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, aseveró que el Gobierno «impidió la concentración y no dejó avanzar la marcha pacífica de los sectores sociales y la ciudadanía en Quito».
«El despliegue militar y policial actuó con violencia desde el inicio», aseveró al indicar que «este accionar refleja una política guerrerista que niega el diálogo y criminaliza la protesta», dijo.
Control en los accesos
Tras un sobrevuelo por la ciudad, el ministro del Interior destacó que la mayor parte de la ciudad se mantuvo «en paz» durante este domingo y denunció que los manifestantes «lanzaron voladores» (pirotecnia) hacia el helicóptero, por lo que la Policía tuvo que actuar.
«Vamos a mantener el orden, la paz, en eso estamos trabajando como bloque de seguridad», dijo al reafirmar que tienen controles en algunos accesos a la ciudad, especialmente en el norte donde constataron varias camionetas con gente en los cajones que querían ingresar a la ciudad.
«Los controles que hemos fijado van a impedir que eso suceda porque no vamos a permitir que se altere la paz en la capital», subrayó al recordar que tampoco permitirán que se tomen Quito, como amenazó Vargas la semana pasada.
El ministro insistió en que mantendrán los bloqueos, por lo que ofreció disculpas a quienes retornan del festivo de cuatro días que culmina este domingo pues «es la medida» que deben tomar para poder tener el control «absoluto de quienes quieren ingresar a Quito y con qué intenciones», comentó.
Diésel, IVA y referéndum
El detonante de las protestas fue la eliminación del subsidio al diésel decretada por Noboa el 12 de septiembre, que elevó su precio de 1,80 a 2,80 dólares por galón (3,78 litros).
Sin embargo, ahora la Conaie exige también la bajada en tres puntos del impuesto al valor agregado hasta el 12 %, mejoras en salud y educación, y ha incluido en la protesta su rechazo a la consulta popular del próximo 16 de noviembre, en la que -por iniciativa de Noboa- se preguntará sobre la posibilidad de instalar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución.
Hasta el momento hay un indígena fallecido en las protestas, más de un centenar de heridos entre manifestantes y fuerza pública, y más de cien detenidos.
La Conaie ya lideró en 2019 y 2022 manifestaciones que llegaron hasta Quito, lo que llevó a los presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023) a dar marcha a atrás cuando también quisieron eliminar las subvenciones estatales a los combustibles para cumplir con las metas de ajuste fiscal de los programas crediticios firmados con el Fondo Monetario Internacional (FMI). EFE
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