Cinco claves para seguir la primera cumbre de líderes del G20 que se celebra en África
Paula García Ajofrín
Nairobi, 19 nov (EFE).- Los líderes del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes) se reúnen en Johannesburgo en la primera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del bloque en suelo africano, condicionada por el boicot de Estados Unidos y la ausencia de los presidentes de Rusia y China y centrada en debates sobre comercio, deuda, desarrollo y transición energética.
La reunión, que se desarrollará del 22 al 23 de noviembre próximos, pondrá el broche final a la presidencia rotatoria de Sudáfrica, que asumió en diciembre de 2024, y que espera reunir a una treintena de líderes mundiales y a cientos de delegados en su mayor evento internacional desde el Mundial de Fútbol de 2010.
No obstante, el encuentro estará marcado por notables ausencias, en particular la de Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, ha boicoteado la cita pese a ser el país que recibirá el relevo de la presidencia del G20 en diciembre.
Estas son las claves para seguir la cumbre:
1. ¿Qué es el G20?
El G20 está integrado por 19 países -Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, Corea del Sur, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos-, además de dos organismos regionales: la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA).
Fundado en 1999 como un foro de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales para debatir la estabilidad económica y financiera internacional, el bloque ha ampliado desde entonces su agenda hacia temas como el comercio, el cambio climático y el desarrollo sostenible.
Los miembros del grupo representan alrededor del 85 % del producto interior bruto (PIB) mundial, más del 75 % del comercio global y cerca de dos tercios de la población del planeta.
2. Primera cumbre en África.
Con la presidencia ejercida este año por Sudáfrica, la cumbre se celebra por primera vez en territorio africano, una oportunidad que Pretoria ha aprovechado para incorporar a la agenda del grupo las prioridades de desarrollo del continente y del sur global.
Pese a ser hogar de 1.400 millones de personas y albergar algunas de las economías de más rápido crecimiento del mundo, África ha tenido históricamente una influencia limitada en decisiones clave sobre acuerdos comerciales, reestructuración de deuda o financiación climática.
Ante este desequilibrio, Sudáfrica ha buscado reforzar la voz africana en todas las mesas de negociación, promoviendo debates que reflejen las realidades y aspiraciones del continente y que sitúen sus necesidades en el centro del diálogo global.
3. «Solidaridad, igualdad, sostenibilidad».
Bajo ese lema, Sudáfrica ha fijado como prioridades el refuerzo de la resiliencia ante desastres, la sostenibilidad de la deuda para los países de bajos ingresos, la financiación de una «transición energética justa» y el aprovechamiento de los minerales críticos para un «crecimiento inclusivo y un desarrollo sostenible».
Así, se prevé que los líderes aborden la financiación climática y analicen cómo garantizar que los países desarrollados aporten recursos para apoyar los esfuerzos de adaptación y mitigación en regiones vulnerables, así como los retos de la inteligencia artificial.
También debatirán los crecientes problemas de endeudamiento que limitan la capacidad de los países en desarrollo para invertir en infraestructuras, salud o educación.
En este contexto, Sudáfrica -el país más desigual del mundo, según el Banco Mundial- encargó a un grupo de expertos examinar la distribución de la riqueza y elaborar propuestas para la cumbre.
El equipo, dirigido por el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, planteó la creación de un panel intergubernamental para abordar lo que calificó como una «emergencia de desigualdad».
Asimismo, se espera que los líderes analicen el acceso comercial y la eliminación de barreras, en lo que será previsiblemente un debate marcado por los aranceles impuestos por Trump.
4. Boicot de Trump.
Trump anunció en septiembre que no asistiría a la cumbre y que en su nombre acudiría su vicepresidente, J.D. Vance, pero a comienzos de noviembre cambió de postura y afirmó que «ningún funcionario» de su Administración participaría en el encuentro.
El mandatario justificó su decisión con el mismo argumento que ha repetido desde su regreso a la Casa Blanca: los presuntos abusos de derechos humanos cometidos contra la minoría afrikáner (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses), algo que niega rotundamente Sudáfrica.
Sin embargo, la ausencia de Trump no será la única de un jefe de Estado.
Faltarán también los presidentes de China, Xi Jinping; Rusia, Vladimír Putin;; Argentina, Javier Milei y México, Claudia Sheinbaum; aunque, a diferencia de EE.UU., sí estarán representados en la cumbre a nivel de primer ministro (China), ministros o altos funcionarios. EFE
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