Comunidades quechua plantarán más de 30 millones de árboles nativos en el sur de Perú
Lima, 19 nov (EFE).- Más de un centenar de comunidades quechua de la región peruana de Cusco plantarán 30 millones de árboles de especies nativas en ecosistemas degradados para así mejorar la calidad del aire y del agua, además de para ayudar a recuperar suelos agrícolas de esta parte del país andino.
La campaña de forestación denominada ‘Un árbol por un peruano’ fue presentada este miércoles en la ciudad de Cusco y según explicó el gobernador regional Werner Salcedo, se van a restaurar unas 30.000 hectáreas de zonas altoandinas hasta 2027.
«El cambio climático no es una amenaza futura, es una realidad que ya afecta nuestras montañas, nuestros glaciares, nuestras comunidades y también nuestros centros arqueológicos. Machu Picchu, Sacsayhuaman y todo nuestro legado inca enfrentan riesgos reales por las variaciones extremas del clima. Lo que hacemos es una defensa activa de nuestra historia y también un mensaje al mundo”, afirmó Salcedo.
Se plantarán 30 millones de árboles, en referencia al número de habitantes con los que cuenta Perú, unos 33 millones, de especies nativas como queuña, q’olle, chachacomo, mutuy y aliso, que cumplen un rol estratégico en la adaptación climática.
La queuña (polylepis) retiene agua de lluvia, protege cabeceras de cuenca y alberga a aves endémicas, el q’olle (Buddleja coriacea) regula humedad del suelo, captura carbono y sostiene fauna única, el chachacomo (Escallonia resinosa) regenera suelos y crea microhábitats esenciales y el mutuy (Senna birostris) reduce erosión y mejora la estructura del suelo.
«Estas plantaciones contribuirán a la seguridad hídrica, la mejora de la calidad del aire, la reducción de erosión, la recuperación de suelos agrícolas y la protección de la biodiversidad en zonas críticas del cambio climático», agregó el Gobierno Regional al precisar que el proyecto cuenta con una inversión superior a los 160 millones de soles (47 millones de dólares).
La campaña busca recuperar bosques, proteger fuentes de agua y fortalecer la resiliencia climática del territorio andino y en la plantación estarán involucradas 150 comunidades de 86 municipios de Cusco.
Los trabajos se desarrollarán en provincias «donde los efectos del cambio climático ya comprometen la disponibilidad de agua y la productividad agrícola», y donde además se encuentran centros arqueológicos y turísticos como Machu Picchu, Choquequirao, Ollantaytambo, Pisac, Moray y el Valle Sagrado. EFE
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