Continúa la búsqueda del octavo sospechoso y crece la hipótesis de otro prófugo
Los investigadores continuaban este martes la búsqueda de Salah Abdeslam, sospechoso de ser el octavo autor de los atentados de París junto con los otros atacantes muertos, y no descartan la hipótesis de que haya otro prófugo.
Detrás de esa prioridad operacional, muchas preguntas siguen sin respuesta: ¿Cómo, dónde y cuándo fueron preparados los atentados? ¿Quiénes son los cómplices?
– Una idea más precisa de los atacantes
Dos de los tres kamikazes de la sala de conciertos Bataclan son franceses y crecieron en Francia:
Samy Amimour, de 28 años, trabajó como conductor de autobuses en la red pública de transportes de París (RATP). Natural de Seine-Saint-Denis (periferia norte de París, zona popular con una importante población inmigrante), fue inculpado ya en una causa de terrorismo. Liberado, escapó a su control judicial saliendo de Francia. Desde entonces era objeto de una orden de detención.
Omar Ismaïl Mostefaï, de 29 años, nació en Essonne (periferia sur de París). Tras romper con su familia, vivió en Chartres (90 Km al sur de París). Aunque llamó la atención de los servicios de inteligencia en 2010, nunca apareció en una investigación antiterrorista.
Nueve parientes de Amimour y Mostefaï están detenidos para ser interrogados.
La identificación del tercer kamikaze del Bataclan está en curso.
Uno de los tres atacantes del Estadio de Francia, Bilal Hadfi, de 20 años, es francés, pero vivía en Bruselas. Las fotos de su página de Facebook fueron publicadas por varios medios de información, con los comentarios en favor del grupo Estado Islámico (EI) de sus amigos.
Cerca de otro de ellos se encontró un pasaporte sirio a nombre de Ahmad al Mohammad. Pero esa identidad es sin duda falsa. Se trata del nombre de un soldado sirio muerto hace varios meses, según fuentes bien informadas.
En cambio, las huellas dactilares del kamikaze son las mismas del hombre controlado como inmigrante sirio al entrar en Grecia con ese pasaporte. El misterio persiste sobre sus verdaderas identidad y nacionalidad.
El tercer kamikaze del Estadio de Francia sigue sin estar identificado.
Se sigue ignorando también por qué los tres hicieron estallar sus cinturones explosivos antes de la salida de los 80.000 espectadores que asistían al partido Francia-Alemania, lo que hubiera provocado una matanza.
Los investigadores piensan que el tercer equipo, el que atacó bares y restaurantes de París, estaba compuesto por los hermanos Abdeslam, también franceses residentes en Bruselas: Brahim, de 31 años, que se hizo estallar en uno de los locales atacados, y Salah, de 26 años. Pero se encontraron tres fusiles de asalto en el vehículo que utilizaron y los testimonios divergen sobre el número de agresores. Los análisis de ADN en el coche permitirán quizá acercarse a la respuesta.
El grupo EI reivindicó los atentados, precisando que fueron cometidos por ocho hombres.
– ¿Génesis siria?
El presidente François Hollande afirmó que los atentados fueron «decididos y planificados en Siria, preparados y organizados en Bélgica y perpetrados» en Francia «con complicidades francesas».
Mostefaï y Amimour estuvieron en Siria en las zonas de yihad. Es el caso también de Hadfi y muy posiblemente de los dos hermanos Abdeslam, y también del hombre que tenía un pasaporte sirio.
Un nombre es sospechoso de encabezar el grupo yihadista belga, Abdelhamid Abaaoud, de 28 años. Abaaoud aparece con Salah Abdeslam en causas por delitos comunes en Bruselas en 2010 y 2011, entre ellas robos a mano armada. Ningún elemento material permite hasta el presente demostrar que fue quien ordenó los atentados. No obstante, hay una coincidencia llamativa: detenido el 11 de agosto después de una breve estancia en Siria, un francés declaró en los interrogatorios que había recibido la consigna de cometer un atentado, «idealmente» en un concierto, y designó a Abaaoud como la persona que le dio la orden, según fuentes cercanas al caso.
Finalmente, un yihadista francés, Fabien Clain, leyó el texto de reivindicación del EI en una grabación difundida por internet, según las mismas fuentes. Clain fue condenado en 2009 a cinco años de prisión. Después de cumplir su condena, se fue a Siria.
– ¿Complicidades?
¿Qué artificieros prepararon los chalecos explosivos? ¿Donde se compraron las armas?
Dos hombres detenidos en el barrio Molenbeek de Bruselas fueron inculpados el lunes en Bélgica: Mohammed Amri, de 27 años, y Hamza Attou, de 20, ambos sospechosos de haber ido a buscar a Francia a Salah Abdeslam, que les habría pedido ayuda después de los ataques.
– ¿Cuánto tiempo emplearon y de qué modo actuaron?
Los investigadores siguen tratando de conocer el empleo de tiempo de los autores de los atentados, de comprender por dónde pasaron y cuál fue su modo de operar. Se llevaron a cabo allanamientos en una vivienda y en un hotel de los suburbios de París en el que pudieron estar los atacantes. Un tercer vehículo, alquilado por Salah Abdeslam y que podría haber servido para preparar los atentados, fue encontrado en el norte de París. ¿Los tres equipos coordinaron sus acciones por teléfono el viernes? Ciertos elementos de la investigación permiten pensarlo, según una fuente cercana al caso.
– La cooperación europea
¿Cómo Amimour, objeto de una orden de detención, pudo volver de Siria al espacio Schengen sin ser detectado? ¿Por qué los belgas no transmitieron a los franceses sus informaciones sobre los hermanos Abdeslam, que habían sido fichados como islamistas radicales?