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Dos pianos mágicos en Montreux

Herbie Hancock durante su actuación en Montreux. Montreux Jazz Festival Foundation

Los divos del teclado Herbie Hancock y Lang Lang eligieron Suiza para el estreno mundial de su nuevo proyecto. Presentado en el marco del Montreux Jazz Festival su dúo de pianos se prepara para una gira mundial. La noche del domingo fue una de esas "noches irrepetibles" de las que tanto se enorgullece Montreux.

El encuentro entre dos de los más reputados pianistas del momento es, junto con la actuación de Prince el 18 de julio, uno de los platos fuertes del mítico festival suizo.

Una noche en la que 4.000 espectadores de postín abarrotaron el gigantesco Auditorio Stravinski para un evento que atrajo amplia atención mediática internacional.

La idea de la reunión entre el genio del jazz americano y la estrella china del piano clásico surgió en 2008 cuando Claude Nobs, el incombustible director y fundador del Montreux Jazz Festival, presenció una improvisación entre ambos pianistas. Era la ceremonia del 50 aniversario de los Grammy. Entusiasta, el promotor suizo les aseguró su apoyo a un proyecto conjunto si se decidían a ello. El resultado vio la luz el domingo pasado con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional de Lyon dirigida por John Axelrod.

La anécdota fue contada por Hancock y Lang en persona durante un encuentro con la prensa antes del concierto. El pianista chino definió la experiencia de tocar juntos como “un sueño hecho realidad”, mientras que el maestro del jazz la calificó de “pesadilla”. Un Hancock divertido afirmó “no tener ninguna gana” de estar en el mismo escenario que un superdotado como Lang Lang.

El proyecto presentado en Suiza debe llevarles ahora de gira mundial que en los próximos meses hará paradas en Estados Unidos, Alemania, Italia, Inglaterra, Holanda o Canadá. ¿Y España? Interrogado por swissinfo Lang Lang se mostró perplejo de no tener fechas ibéricas en la agenda. “¿Qué pasa?”, preguntó el artista chino, “¿en Barcelona no nos quieren? ¿Ni en Madrid?”. Hancock remató diciendo: “Y por lo visto, tampoco en Valencia”. Más risas antes de aclarar que no les corre prisa por publicar el proyecto en CD.

Y ante la expectativa de los numerosos enviados de televisiones asiáticas y europeas o prensa escrita llegada hasta del lejano Brasil, llegó la hora de descubrir la propuesta de los maestros del piano.

Presentados por Quincy Jones

La expectación ante la improbable reunión se palpaba en una sala llena de patrocinadores, ejecutivos de la industria relojera y banqueros. Y no era para menos con entradas que superaban los 200 euros. Una noche de las grandes. De esas que enorgullecen al histórico festival suizo y hacen su fama mundial.

Para sorpresa del público el maestro de ceremonias fue nada más y menos que el legendario Quincy Jones, llegado a Montreux un año más como invitado de lujo. El repertorio de la noche comenzó con la Orquesta de Lyon interpretando a Mozart para dar paso a las estrellas de la velada en el concierto para dos pianos del inglés Vaughan Williams.

Posteriormente, Lang Lang interpretó en solitario obras de Liszt y composiciones chinas contemporáneas antes de llegar a uno de los mejores momentos del concierto. La obra elegida por los divos fue ‘Ma mère l’oie’, de Maurice Ravel, interpretada a cuatro manos. Un momento para recordar.

Tras el entreacto y el ‘Mambo’ de Leonard Bernstein interpretado por la orquesta francesa, Herbie Hancock sentó cátedra de sencillez y maestría desgranando una versión ‘deconstruida’ y casi minimalista de su clásico ‘Dolphin Dance’ antes de dar paso al ‘plato fuerte de la noche’: la ‘Rapsodia en Blue’ de George Gershwin en un curioso arreglo para dos pianos.

Una versión de sonoridades inhabituales para una de las piezas más remanidas del repertorio. Las ovaciones de un público entregado hicieron temblar a medianoche los cimientos del Auditorio Stravinski.

Otras músicas y una estrella naciente

Pero no sólo de piano vive el hombre. Entre los conciertos de estos días, destaca especialmente la presentación de la joven estrella naciente Emily Loizeau. La cantante ‘franglesa’ (su padre es británico y su madre francesa) sorprendió gratamente en su presentación en el Miles Davis Hall. Con elementos de pop acústico, jazz y folk el trabajo de Loizeau merece ser tenido en cuenta.

Otro momento mágico fue el que reunió el pasado viernes a la estrella del pop suiza Stefan Eicher con Philippe Djian, su amigo y colaborador de larga data. El escritor de novelas como ’37° 2 Le Matin’ se unió a Eicher para desgranar poesía y música en el marco intimista del Castillo de Chillon. El mismo marco que el día 14 verá a la diva británica Marianne Faithfull recitar los ‘Sonetos’ de Shakespeare.

Por último, en la noche del lunes los Black Eyed Peas arrasaron el Auditorio Stravinski con su música bailable y pegadiza, mientras que en el Miles Davis Hall los bajistas estrella Marcus Miller, Stanley Clarke y Victor Wooten ‘noqueaban’ al respetable con su propuesta hecha de ‘funk’ y electricidad desatada. Como comentaba Francis Marmande, enviado especial de ‘Le Monde’, “en estos días en la Riviera suiza la única estrella ausente parece ser Michael Jackson”.

Rodrigo Carrizo Couto, Montreux, swissinfo.ch

Herbie Hancock es una leyenda viviente del piano jazz y uno de los músicos estadounidenses más eminentes. Nacido el 12 de abril de 1940, su carrera ha pasado por todos los derroteros posibles pasando del ‘post bop’ al techno hasta llegar a la música clásica.

Comenzó en el quinteto del legendario Miles Davis y posteriormente tocaría como líder en diversas formaciones. Fue uno de los primeros músicos de jazz en trabajar con sintetizadores. Su éxito ‘Rockit’ abrió una era al unir música y tecnología de punta en 1983.

En 1986 ganó un Oscar por su contribución a la banda sonora original del filme ‘Round Midnight’, de Bertrand Tavernier. Como compositor es reconocido por piezas como ‘Watermelon Man’, ‘Dolphin Dance’, ‘Maiden Voyage’ o ‘Cantaloupe Island’.

En 2008 ganó el Grammy al Álbum del Año por ‘River: The Joni Letters’, la segunda vez en la historia que un disco de jazz logra ese galardón.

El pianista chino nació el 14 de junio de 1982 en Shenyang. Comenzó a interesarse en el piano a la edad de dos años. A los tres comenzó a tomar lecciones y a los cinco ya había ganado concursos.

Ha tocado con las mejores orquestas y directores del mundo. Su obra discográfica es publicada en el muy prestigioso “sello amarillo”: los alemanes Deutsche Grammophon.

Está considerado por los especialistas como un pianista superdotado y uno de los mejores intérpretes de su generación.

Lang Lang es una estrella absoluta en China y su influencia directa ha llevado a 35 millones de chinos a estudiar piano.

Fundado hace 43 años, está considerado como uno de los más prestigiosos eventos de música popular del mundo.

En 2009 tiene un presupuesto de 18 millones de francos suizos y presenta a más de 1.000 artistas en sus dos escenarios: Auditorio Stravinski y Miles Davis Hall.

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