El museo de Zúrich valora el impacto del robo
Mientras que la policía de Zúrich investiga el "robo de arte del siglo", el personal del museo ha dejado de contemplar las paredes vacías donde estaban colgados los cuadros de Cézanne o Van Gogh.
La colección privada Bührle abrió sus puertas a los medios de comunicación el martes (12.02), dos días después del robo a mano armada. Un tabique blanco con arañazos es lo único que queda en el lugar. En total, el valor de las cuatro obras asciende a 180 millones de francos.
El hecho se produjo delante de las narices del personal de la instalación. “Tenemos alguna información. Ahora debemos evaluarla y las investigaciones continuarán bajo una gran presión”, relató a swissinfo el portavoz de la policía de la ciudad, Marco Cortesi.
El atraco fue el más grande de este tipo sufrido en Suiza y uno de los más importantes en todo el mundo. Distintos periódicos incluso lo han calificado como el “robo de arte del siglo”.
No hubo equivocaciones en el edificio que albergaba la muestra, la villa Bührle. La finca, situada en una tranquila zona residencial del barrio Seefeld en Zúrich, contaba con una fuerte presencia policial, tanto dentro como fuera del recinto.
Dentro, los periodistas subieron la escalera de caracol que utilizaron los tres desconocidos enmascarados para llegar hasta la primera planta, donde forzaron a los empleados y a un grupo de 15 visitantes que contemplaban la exposición.
Cortesi comentó que los sospechosos fueron directos hacia una parte de la exhibición situada a la izquierda, donde cogieron los cuatro cuadros -‘Campo de amapolas en Vétheuil, de Claude Monet (1879), ‘Ludovic Lepic y sus hijas’, de Edgar Degas (1871), ‘Ramas de castaño en flor’, de Vincent Van Gogh (1890), y ‘Muchacho con chaleco rojo, de Paul Cézanne (1888)-, y los colgaron en una fila cerca de la puerta.
Arañazos
La pared blanca donde estaban colocados los lienzos forma parte de una sala elegantemente amueblada, que se dispone en torno a un gran piano. También hay algún cuadro más en la misma estancia.
La policía cree que los ladrones se vieron sorprendidos por el peso de los cuadros –unos 15 kg cada uno- y no tuvieron demasiado cuidado. Se apreciaban marcas negras y arañazos en la pared. Es posible que los cuadros estén algo dañados.
“Pensamos que lo hicieron en tres minutos, si nos fijamos en las marcas de la pared se puede ver la rapidez con la que actuaron”, añadió Cortesi.
Algunos empleados del museo vieron salir a un vehículo blanco saliendo del lugar pocos instantes después, aunque la policía no descarta que hubiera un segundo coche implicado.
Los sensores de movimiento instalados alertaron a las autoridades, que se personaron en el lugar con rapidez.
El director de la pinacoteca, Lukas Gloor, indicó que parece que los asaltantes tomaron las piezas según las encontraron y sin atender a su valor.
La sala acoge ejemplos impresionismo y postimpresionismo, entre las que destaca el autorretrato de Cézanne, con mayor valor que las robadas: 90 millones de francos.
Goor señaló que la política del centro de mostrar la colección de Emil Georg Bürhle, empresario que murió en 1956, podría haber sido una de las razones que habrían convertido las obras más vulnerables.
Seguridad
Por otro lado, el responsable aseguró que las medidas de seguridad de la instalación –dirigidas a evitar el robo y no a hurtos con armas-, así como las de los museos suizos, deben replantearse y ser modificadas.
“Es el primer robo a mano armada que se ha producido en el país”, contó a swissinfo.
“Me temo que significa que hemos llegado a un nuevo nivel de protección que debemos afrontar en el futuro, en especial en pequeños museos”.
Gloor mencionó muros de cristal o el registro de visitantes como posibles medidas. Sin embargo, esto afectaría al “atractivo íntimo” de colecciones como la de Bührle, advirtió.
Algunos expertos expusieron que pinturas de esta magnitud no se pueden vender en el mercado. Hasta el momento nadie ha pedido ‘un rescate’ a modo de chantaje.
Cortesi relató que las autoridades eran conscientes de que el caso puede tardar bastante en resolverse, o incluso no hacerlo. La policía confía en una respuesta popular y se mantiene positiva, concluyó.
swissinfo, Isobel Leybold-Johnson en la Villa Bührle
(Traducción, Iván Turmo)
La policía de Zúrich ha remitido un comunicado este miércoles (13.11) en el que dice que ha creado ‘un dispositivo especial’ para analizar las docenas de indicios que la policía baraja tras haber recibido llamadas de particulares suizos y extranjeros acerca del robo sufrido el pasado lunes en el museo Bührle.
Este ‘dispositivo especial’ está compuesto por distintos expertos de la policía municipal de la ciudad. La policía cantonal y el servicio especial de la policía federal colaboran en la investigación.
Las fuerzas de seguridad no han dado más información sobre el estado de la investigación.
Desde 1960, la colección de Emil G. Bührle reserva un espacio privilegiado a los impresionistas franceses y sus contemporáneos.
Así el núcleo de sus fondos se nutre de trabajos de Manet, Cézanne, Van Gogh y Gaugin; estando también representados en la colección Monet, Renoir, Pissarro, Sisley, Degas y Toulouse-Lautrec, junto con ajenos al movimiento impresionista como Corot, Courbet, Delacroix y Puvis de Chavannes.
Por otro lado, la muestra permanente cuenta con obras del neoimpresionismo –Seurat y Signac- y del nabis -Bonnard y Vuillard-. Avanzando cronológicamente esta colección incluye trabajos de Matisse, Rouault, Vlaminck, Dufy, Derain, Picasso y Braque, entre otros.
La colección Bührle cuenta con medidas de seguridad que incluyen alarmas antirrobo para proteger ante roturas de cristales durante la noche y alarmas que están conectadas a la policía al moverse cualquier cuadro.
La muestra sólo está abierta a grupos organizados, previa cita. Otros museos suizos están considerando implementar nuevas medidas de seguridad en el acceso.
La Asociación de Museos Suizos comentó que las pinacotecas no deben transformase en fortalezas, pero se debe abordar la cuestión de la seguridad.
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