Panorama de las artes en 2024: la política, al centro del escenario
Es imposible dimensionar lo que puede esperarse del 2024 sin tener en cuenta los dramáticos acontecimientos que se produjeron en el mundo de las artes en 2023.
Hace un año, la guerra de Ucrania aún acaparaba los titulares, pero su impacto en la escena artística internacional seguía siendo bastante limitado. En Occidente, un consenso construido entre artistas, curadores e instituciones para apoyar la causa ucraniana hacía eco de la reacción de las poblaciones y los gobiernos, en general. En el resto del mundo, en contrapartida, la solidaridad con Ucrania fue más matizada.
La brecha en la forma en la que los países del «Norte» diferían de los del «Sur» en la percepción de los asuntos mundiales supuso la principal línea de fractura en los debates culturales del 2023. Y los atentados perpetrados el 7 de octubre por parte de Hamás y la consiguiente guerra en Gaza lo complicaron todo.
La actual guerra ha atizado dos viejos fenómenos: el antisemitismo y la islamofobia. Dos términos que se han utilizado, mal utilizado y abusado en todo el espectro político desde entonces.
Hoy en día, los profesionales del arte están sometidos a procesos de escrutinio mucho más severos: las acusaciones y contraacusaciones -que frecuentemente confunden el significado del antisemitismo y la islamofobia- han inundado las noticias y las redes sociales. Así, la firma de una petición puede comprometer la posición de directores de universidades, profesores, directores de museos, conservadores o artistas. Un fenómeno que también ha tenido lugar en Suiza.Enlace externo
Gozar de un estatus de estrella tampoco es sinónimo de inmunidad, pues incluso algunas exposiciones del artista chino de renombre mundial Ai WeiweiEnlace externo han sido retiradas. Las democracias liberales, y frecuentemente sus sistemas judiciales, deben enfrentar nuevas oleadas de censura de instituciones públicas y privadas.
Si existe una tendencia mundial en el sector artístico actualmente es la de la aprensión y el miedo, aunque en grados diversos, dependiendo de los países y las regiones. Suiza se ha librado hasta ahora de la censura o de restricciones financieras importantes, pero los problemas citados se cernirán nuevamente sobre el arte en el año por venir. Y la pregunta fundamental es: ¿cómo enfrentará el arte estos retos políticos?
Los nubarrones de los balances financieros
El mercado del arte se dará por satisfecho si confirma que consiguió mantener el equilibrio financiero en 2023. La prensa especializada ha destacado que la pérdida de ritmo en las ventas de las ferias de arte -que son un indicador confiable de la robustez del sector-, sumada a un retroceso en las subastas han puesto en jaque incluso al circuito de arte de más alta gama. Una situación que continuará en 2024.
A estos problemas se suma la inquietante tendencia financiera que se registra en países en donde una parte importante de la financiación para la creación artística procede fundamentalmente del Estado: los gobiernos de todo el mundo recortan los presupuestos de sus instituciones culturales.
En comparación con vecinos como Alemania o Francia, la crisis financiera puede ser menos acentuada en Suiza, pero en un circuito tan interconectado como el existente en las artes, las decisiones tomadas en unos países pueden provocar un deprimente efecto dominó en las economías culturales de otras naciones.
Fuera de las fronteras suizas, todas las fuentes de financiación estatales se ven amenazadas, en particular en el caso de emisoras públicas como la BBC (Reino Unido), la RAI (Italia) y la ORF (Austria). Todas ellas, emisoras que han desempeñado un rol fundamental en el panorama mediático de Europa durante más de 50 años, especialmente otorgando apoyo a las industrias cinematográficas nacionales.
Pese a ello, en los últimos años han sido objeto de ataques por parte de partidos y gobiernos conservadores y de derechas, empresas privadas de medios de comunicación y de algunos políticos populistas que intentan atajar su alcance periodístico y comercial.
En Suiza, la Sociedad Suiza de Radiodifusión (SBC, empresa matriz de SWI) se enfrenta actualmente al reto de defenderse de una iniciativa pública, presentada en 2023, que busca reducir su presupuesto a la mitad.
El drama de la restitución
El 3 de diciembre del 2023 se cumplieron 25 años de los Principios de Washington relativos al arte confiscado por los nazis, un hito en la resolución de una disputa que se prolongó durante décadas y que proporcionó simultáneamente un marco legal para abordar la cuestión del saqueo colonial.
El debate sobre la restitución de obras de arte se ha intensificado desde entonces, pero ha madurado también alcanzando hoy un enfoque más pragmático. Existen varias negociaciones en curso entre museos y países que tienen en su poder piezas originarias de África, Asia y América Latina.
En territorio suizo se devolvió a Egipto -en julio pasado- el fragmento robado de una antigua estatua de Ramsés IIEnlace externo, la última de una serie de restituciones de obras confiscadas a LibiaEnlace externo, ChinaEnlace externo, PerúEnlace externo y MéxicoEnlace externo. Se trataba de restituciones sencillas, ya que eran obras robadas e introducidas de contrabando en Suiza, y que no formaban parte de ninguna colección institucional importante.
Sin embargo, el gran drama suizo sigue siendo la polémica que hay en torno a la colección Emil BührleEnlace externo, un tesoro de más de 600 obras de arte de primer nivel reunidas por el tristemente célebre coleccionista germano-suizo, íntimamente ligado al régimen nazi y quien en vida fuera uno de los traficantes de armas más ricos del mundo (y también el hombre más rico de Suiza).
En noviembre, se inauguró una exposición de la colección de Bührle en el Museo de Bellas Artes de Zúrich (Kunsthaus), que intenta examinar a fondo la procedencia de las piezas, pero resultó duramente criticadas por los expertos. Se creó una comisión federal, cuyas conclusiones se publicarán en primavera.
En noviembre se inauguró en el Museo de Bellas Artes de Zúrich (Kunsthaus) una nueva exposición de la colección, ésta busca hacer pública una investigación sobre la procedencia de las piezas que realizó la institución, pero fue duramente criticada por los expertos. Actualmente existe una comisión federal que investiga el asunto y presentará sus conclusiones durante la primavera del 2024.
El poder de las mujeres
El esfuerzo global que han hecho los museos y los curadores durante la última década por rescatar y revaluar la relevancia del arte realizado por artistas mujeres -históricamente expulsadas del canon artístico o consideradas solo como encantadoras compañías de sus parejas o colegas masculinos- continuará el año que viene. Suiza ya ha acogido importantes retrospectivas: : Meret OppenheimEnlace externo, Sophie Taeuber-ArpEnlace externo, Lee KrasnerEnlace externo, y Niki de St. PhalleEnlace externo, son algunas de estas artistas y se esperan nuevas e imperdibles exposiciones en 2024.
No pierda de vista las exposiciones de la artista luso-británica Paula Rego, Power Games Enlace externo (en el Kunstmuseum Basel, del 28 de septiembre al 2 de febrero del 2024); la retrospectiva de Marina AbramovicEnlace externo (museo Kunsthaus de Zúrich, del 24 de octubre al 16 de febrero del 2024), o la sudafricana Tracy Rose, que exhibe Shooting Down BabylonEnlace externo (en el Kunstmuseum de Berna, del 23 de febrero al 13 de agosto).
El Museo de Arte de Basilea también lleva a Europa la innovadora exposición Cuando nos vemos-un Siglo de Figuración Negra en la pintura (When We See Us – A Century of Black Figuration in Painting). Concebida originalmente por el Museo Zeitz MOCAA (en Ciudad del Cabo) por el curador suizo-camerunés Koyo KouohEnlace externo y el zimbabuense Tandazani Dhlakama, ofrece un vasto panorama de la pintura figurativa negra de los últimos 100 años a través de la obra de 156 artistas.
La bienal de Venecia
La 60ª edición de la Bienal será uno de los eventos más relevantes de las artes en 2024. Dirigida por el curador brasileño Adriano Pedrosa, el primer directivo originario de América Latina y del Sur que encabeza este certamen, aborda un tema particularmente oportuno: «Extranjeros por todas partes». El pabellón suizo estará ocupado por el artista suizo-brasileño Guerreiro do Divino AmorEnlace externo (Guerrero del Divino Amor). Y la exposición estará abierta del 20 de abril al 24 de noviembre.
Último, pero no menos importante: el cine
Comienzan a cosecharse los frutos de la era post-COVID: en este cierre de año hay alrededor de 80 películas suizasEnlace externo en fase de finalización y con estreno previsto en 2024. Los documentales son la parte preponderante, seguidos por filmes de ficción, animación y cine experimental.
Muchas cintas se proyectarán en el Festival Anual de Cine de Soleura, que se celebra en enero y en donde se reúnen todos los actores importantes de la industria cinematográfica nacional. Una oleada adicional de estrenos tendrá lugar en el festival internacional de documentales Visions du RéelEnlace externo (Visiones de lo real) que tendrá lugar en Nyon entre el 12 y el 21 de abril. Y en agosto se espera el Festival de Cine de LocarnoEnlace externo.
Los documentales son el formato que más destaca en la producción suiza y en donde la tradicional neutralidad helvética es preservada. Se esperan, no obstante, algunos destellos políticos, pero como alusiones. Excepto en el caso de un estreno abiertamente político que es aguardado con impaciencia: The Miraculous Transformation of the Working Class into Foreigners (La Milagrosa Transformación de la Clase Trabajadora en Extranjeros), un documental del cineasta suizo-iraquíEnlace externo Samir que ofrece una nueva mirada sobre un tema que es candente en Europa, que se espera en las salas cinematográficas en verano.
(Traducción del inglés: Andrea Ornelas)
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