Desarticulada una red en Portugal que recetaba fármaco antidiabetes de manera fraudulenta
Lisboa, 19 nov (EFE).- La Policía de Portugal detuvo este miércoles a una médica endocrinóloga sospechosa de formar parte de un entramado mediante el cual se recetaba de forma fraudulenta medicación destinada al tratamiento de la diabetes a clientes de una clínica que no padecían dicha enfermedad y cuyo único fin era la pérdida de peso.
«Estamos hablando de entre 1.000 y 2.000 clientes», explicó este miércoles en una rueda de prensa en Oporto un portavoz de la Policía Judicial (PJ), quien indicó que los usuarios «iban esparciendo la información de que una clínica obtenía excelentes resultados en materia de adelgazamiento».
En un comunicado, la PJ detalló que la detenida está acusada de un delito de estafa agravada y falsedad informática, aunque por el momento las autoridades no pueden confirmar el número de total de recetas que se expidieron fraudulentamente.
Las conclusiones de la investigación apuntan que formaban parte del entramado dos médicas -una de ellas la detenida-, un abogado y una clínica.
La cobertura por parte del Servicio Nacional de Salud (SNS) portugués para este tipo de medicación puede alcanzar el 95 % de su valor si el paciente es realmente diabético, por lo que al recetar estos medicamentos a personas que no padecen la enfermedad, se introdujeron datos falsos en el ‘software’ de prescripción.
Los perjuicios causados por los sospechosos al Estado portugués podrían ascender a unos tres millones de euros, mediante el pago de tasas de copago obtenidas de forma fraudulenta, agregó la PJ.
El portavoz del cuerpo policial también destacó que este tipo de prácticas engañosas provocan «escasez del producto o de los medicamentos en el mercado», en detrimento de las personas que realmente padecen diabetes.
Además de la orden de detención, se han dictado varias órdenes de registro.
La operación, llamada ‘Obélix’ por las autoridades, se llevó a cabo en las ciudades de Oporto, Vila Nova de Gaia, Lousada, Santa Maria da Feira, Albufeira y Funchal. EFE
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