Ecuador destruye siete viviendas y decomisa maquinaria para minería ilegal en la Amazonía
Guayaquil (Ecuador), 19 may (EFE).- El Ejército de Ecuador destruyó siete viviendas que eran supuestamente utilizadas por mineros ilegales y decomisó maquinarias en la zona de la Amazonía donde el pasado 9 de mayo fueron asesinados 11 militares por presuntos miembros de los Comandos de la Frontera, grupo disidente de la desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La institución dijo este lunes que los hallazgos se produjeron en medio de varias operaciones militares que se desplegaron este domingo en al menos siete sectores de las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos, entre los que está Alto Punino, sitio donde los soldados fueron embocados y asesinados cuando realizaban precisamente un operativo contra la minería ilegal.
En la zona de Loreto-Verde Sumaco, en Alto Punino, los militares destruyeron siete viviendas presuntamente usadas por mineros ilegales y decomisaron dos carabinas, mientras que en la denominada ‘zona cero’, el punto de la masacre, encontraron otra vivienda más de madera y zinc que era utilizada como campamento.
En este último lugar decomisaron también municiones de diferentes calibres, combustible y herramientas.
En otros sectores aledaños encontraron dos excavadoras, dos clasificadoras de material pétreo «utilizadas para actividades mineras no autorizadas», dos dragas y dos bombas de agua, «equipos comúnmente usados en la minería aluvial ilegal», detalló el Ejército.
Estas viviendas se unen a otros 12 campamentos que los militares destruyeron la semana pasada en la misma zona, después de que más de 1.500 soldados arribaran a esas provincias de la Amazonía para intensificar las operaciones tras el asesinato de sus compañeros, con el objetivo de recuperar el control del territorio y encontrar a más presuntos miembros de los Comandos de la Frontera.
En estos lugares se encontraron más viviendas, maquinaria pesada, tanques de combustible, pertrechos militares, municiones, uniformes y hasta siluetas utilizadas para entrenamiento de tiro, lo que para las autoridades ecuatorianas son indicios que confirmarían «el uso del área como base de los Comandos de Frontera».
Durante el enfrentamiento en el que fueron asesinados los 11 soldados también murieron tres miembros del grupo de atacantes, uno de ellos identificado por el Ejército como el presunto líder de los Comandos de la Frontera en territorio ecuatoriano. Otro presunto miembro de este grupo fue abatido en un operativo la semana pasada.
El presidente Daniel Noboa catalogó el pasado jueves a los Comandos de la Frontera, junto al Frente Oliver Sinisterra y a las Disidencias Comuneros del Sur, como «grupos armados organizados» y los incluyó como parte del «conflicto armado interno» que declaró en 2024 para luchar contra las bandas ecuatorianas de crimen organizado, principales causantes del aumento de la violencia que el país registra en los últimos años.
Las organizaciones criminales de Ecuador, dedicadas principalmente al narcotráfico, también han incursionado en la minería ilegal, donde buscan controlar ciertos enclaves mineros ilícitos para extraer oro en un momento donde el precio de ese metal registra máximos históricos, lo que han hecho en lugares de la Amazonía ecuatoriana pero también en el municipio andino de Camilo Ponce Enríquez. EFE
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