Ecuador registra 349 feminicidios en los que va de 2025, uno cada 22 horas
Quito, 24 nov (EFE).- Ecuador registra 349 feminicidios entre el 1 de enero y el 15 de noviembre de 2025, «el número más alto nunca registrado, con una mujer o niña asesinada cada 22 horas», reveló este lunes la Asociación Latinoamericana de Desarrollo Alternativo (Aldea).
Anotó que desde 2014, cuando se tipificó en Ecuador el feminicidio como delito, se han registrado 2.331 casos.
Este año, la mayor cantidad de registros están en las provincias del Guayas (119), Manabí (61), Los Ríos (40), El Oro (33), Pichincha (20), Esmeraldas (18) y Santa Elena (15).
En un contexto dominado por economías criminales y sistemas de crimen organizado, las mujeres y niñas están «siempre en mayor situación de vulnerabilidad frente a hombres armados, y, por tanto, en mayor riesgo», indicó Aldea al agregar que este año, el 78 % de los asesinatos de mujeres y niñas se ejecutaron con armas de fuego.
Aldea destacó la importancia de entender por qué las mujeres y niñas están siendo asesinadas bajo patrones cada vez más sanguinarios, misóginos y sistemáticos.
Citó a la teórica argentina Rita Segato, quien apunta que hoy operan múltiples facciones criminales -bandas, pandillas, mafias, grupos paraestatales y estatales- que actúan como verdaderas corporaciones armadas.
En este escenario, «todos los asesinatos de mujeres y niñas perpetrados por estos grupos deben entenderse como crímenes corporativos: ejecutados por miembros armados que actúan en nombre de una estructura de poder», señala el escrito.
Además, estos crímenes incorporan niveles adicionales de saña, crueldad y odio dirigidos específicamente a los cuerpos femeninos.
Hoy, en Ecuador, los cuerpos de mujeres y niñas están siendo utilizados «como despojo, botín de guerra: para mostrar poder, marcar límites, ejecutar venganzas o sembrar terror», apuntó.
«No importa si son hijas, hermanas, parejas, familiares, vecinas o transeúntes: para estas estructuras, son cuerpos disponibles para matar. Eso es un femicidio», subrayó.
Agregó que «mientras la justicia está dormida, el machismo avanza con pasos gigantes y normaliza esta violencia extrema como práctica cotidiana y aceptada en todos los ámbitos: familiar, comunitario, laboral, político».
La Asociación sostiene que las «familias no son víctimas colaterales de los femicidios. Son víctimas directas. Es necesario garantizar la justicia y la reparación integral, principalmente para los hijos e hijas que quedan en situación de orfandad».
En el marco de la conmemoración del 25 de noviembre del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Aldea exige que el Gobierno ecuatoriano reconozca la magnitud de esta crisis violenta contra mujeres y niñas. EFE
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