El aeropuerto de Madeira opera con «total normalidad» tras varios días de cancelaciones
Lisboa, 21 ago (EFE).- El aeropuerto de Madeira, que da servicio a la capital del archipiélago luso, opera «con total normalidad» tras varios días de cancelaciones y retrasos de vuelos debido al viento, informó este miércoles a EFE una fuente de la gestora ANA-Aeropuertos de Portugal.
Esta instalación, llamada oficialmente Aeropuerto de Madeira – Cristiano Ronaldo, es conocida como una de las más peligrosas del mundo para los aviones por sus dimensiones y los fuertes vientos que registra el archipiélago.
Está ubicada en el municipio de Santa Cruz, a 20 kilómetros de distancia de Funchal -la capital regional-, y durante la última semana ha vivido varias situaciones de caos tras múltiples cancelaciones y retrasos por el fuerte viento registrado, con cientos de pasajeros retenidos.
Solo el domingo fueron cancelados cerca de 60 vuelos.
Todos estos atrasos han provocado cientos de quejas por parte de los pasajeros contra las aerolíneas, ya que hay varios casos de personas que todavía no han logrado salir de la isla y están teniendo que dormir en el suelo del aeropuerto porque las compañías no les han facilitado hoteles para hospedarse durante la espera.
En una reciente entrevista con EFE, Irina Popescu, una rumana residente en Valencia (España), explicaba que su vuelo de salida estaba programado con Ryanair inicialmente para el día 17 de agosto, y que, al ser cancelado, la aerolínea de bajo coste les había ofrecido volver el 27, diez días más tarde, sin poner a su disposición un lugar para dormir durante los días de espera.
Otro caso similar es el del español Carlos Pérez, de 56 años, que, junto a su familia, aguarda desde el 15 de agosto para ser incluido en algún vuelo de vuelta a la península, explicó ayer, martes, a EFE.
En ambos casos, los afectados optaron por contratar por su cuenta un apartamento en la plataforma Airbnb para tener una cama en la que dormir que han tenido que pagar de su bolsillo y que planean reclamar a la aerolínea. EFE
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