El boom de Bad Bunny llega a Yale: «Estudiamos la historia hoy, no esperamos 20 años»
Yeny García
New Haven (EE.UU.), 7 nov (EFE).- Las reflexiones musicales que Bad Bunny hace en ‘Debí tirar más fotos’ sobre la cultura y la compleja historia de su natal Puerto Rico llegaron hasta los salones de la prestigiosa Yale. «Parte del trabajo de una universidad es entender el momento actual», explica a EFE el profesor Albert Laguna.
«Y el momento actual es Bad Bunny», insiste Laguna, que analiza cómo el artista puertorriqueño hila en clave urbana conversaciones sobre política, denuncia social y la vida en la isla, en un curso tan popular que, de más de 120 aspirantes, solo unos 20 alumnos lograron entrar.
Ese entusiasmo también refleja el interés que suscita el cantante desde la academia hasta la política, una huella agrandada por la reciente polémica entre los círculos conservadores en EE.UU. por el anuncio de su actuación en el medio tiempo del Superbowl con un repertorio solamente en español.
«No te tiene que gustar Bad Bunny para entender que es una figura importante en la historia de la música popular y que no solamente su letra, sino los ritmos que usa en este último disco, son útiles para entender la historia de Puerto Rico», advierte Laguna a quienes confunden «gustos musicales con lo que merece estudio académico».
Ritmos que cuentan una historia
Laguna, que enseña historia y cultura caribeñas en Yale desde 2012, insiste en que el curso sobre la «estética musical y política» de Bad Bunny forma parte de su esfera como profesor y no «es nada especial. «En los cuatro años que he estado aquí, nunca he visto una clase así», asegura Samantha Yera, una de las estudiantes de la clase.
«Cuando escuché que iba a haber un curso de Bad Bunny, me dije: ‘Esa es una clase perfecta para mí’. Soy un superfan de Bad Bunny, me encanta su música, entonces, ¿qué mejor manera de seguir aprendiendo sobre su música que hacerlo en una clase?», agrega Michaell Santos, otro de los alumnos.
Tanto Santos como Yera insisten en que el ‘hype’ alrededor del curso es totalmente justificado y las discusiones de canciones como ‘Lo que le pasó a Hawaii’, ‘Weltita’ y ‘Turista’ son una manera original de ahondar en la historia caribeña y latinoamericana.
El curso permite diseccionar el álbum ‘DtMF’ canción a canción. «Tomamos un tema y lo discutimos», explica Laguna, que destaca el uso de ritmos tradicionales como la plena y la bomba, con otros más conocidos como la salsa y el reguetón, como pie para tratar temas como la corrupción, el colonialismo y la relación entre EE.UU. y Puerto Rico.
«Me emocionó mucho tomar el curso. Tengo planes de eventualmente ejercer como médico en Puerto Rico. Y este verano tengo planeado hacer unas investigaciones sobre el éxodo de los doctores en la isla. Así que pensé que esto iba a ser un buen principio para aprender más sobre la cultura y los desafíos económicos», cuenta Daniel Torres.
Un salón diverso
Aunque Torres, Yera y Santos hablan español, varios de sus compañeros anglosajones necesitan ayuda para entender las letras y las referencias que Bad Bunny incluye en el disco, que lanzó el reto divertido a los estadounidenses de aprender su idioma en los pocos meses que quedan hasta la cita del Superbowl en febrero.
«Es importante tener a esos estudiantes en la clase, porque Bad Bunny es un fenómeno global», apunta Laguna, que incluso se ha apoyado en el diccionario ‘El ABC de DtMF’ de la lingüista boricua Maia Sherwood Droz para entender referencias y términos.
Santos, de origen dominicano, señala que ese «balance» es enriquecedor. «Hay una conversación donde todos estamos aprendiendo de diferentes puntos de vista y creo que ha sido muy interesante», agrega sobre la clase, que terminará en las próximas semanas al finalizar el semestre en Yale.
Estudiar la historia en tiempo real
La popularidad duradera de Bad Bunny en los últimos meses hacen que este curso ofrezca además una oportunidad única para analizar ese fenómeno en su contexto actual.
«En vez de esperar 20 años cuando ya Bad Bunny sea un ícono que todo el mundo conoce, que había hablado mucho de la resistencia, de la política de Puerto Rico, lo estamos estudiando ahora y creo que eso hace una diferencia», insiste Yera, que se considera afortunada de debatir sobre «la historia en tiempo real».
Para Laguna, la discusión va más allá.» No se puede contar, no se puede entender el pasado, el presente y el futuro de este país sin entender la comunidad latina y el español. Entonces, para mí y para mis estudiantes, es una oportunidad para pensar en esa historia y el futuro», concluye. EFE
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