El Gobierno congoleño y el grupo rebelde M23 reanudan en Catar las conversaciones de paz
Kinsasa, 27 ago (EFE).- Las conversaciones de paz entre el Gobierno de la República del Congo (RDC) y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), respaldado por la vecina Ruanda, se han reanudado en Doha, capital de Catar, confirmó este miércoles a EFE la Presidencia congoleña.
«Efectivamente, se han reanudado los trabajos en Doha entre ambas partes y nuestra delegación se encuentra allí desde la semana pasada», confirmó a EFE la portavoz de la Presidencia, Tina Salama, por teléfono.
En estas reuniones, la RDC y el M23 debatirán el establecimiento de mecanismos de vigilancia del alto el fuego, así como el intercambio de prisioneros y detenidos.
El Gobierno congoleño y el grupo rebelde firmaron el pasado 19 de julio en Doha una declaración de principios destinada a poner fin a los combates en el este del país.
Ambas partes se comprometieron a aplicar las disposiciones de esa declaración a más tardar el 29 de julio e iniciar las negociaciones sobre el acuerdo definitivo antes del 8 de agosto, con una firma prevista para el 18 de ese mes, aunque esos plazos ya han vencido
Entre los compromisos alcanzados figuran el respeto de un alto el fuego permanente, la prohibición de tomar posiciones por la fuerza y la elaboración de una hoja de ruta para restablecer la autoridad estatal en el este del país, que se detallará en el futuro acuerdo de paz.
También se prevé la creación de un mecanismo de verificación del alto el fuego con participación de la misión de paz de la ONU en la RDC (Monusco), así como el compromiso con el retorno «voluntario y digno» de las personas refugiadas y desplazadas internas, en coordinación con los países de acogida y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Las conversaciones en Doha se han desarrollado en los últimos meses en paralelo a un diálogo auspiciado por Estados Unidos entre la RDC y Ruanda, que llevó el pasado 27 de junio a la firma en Washington de un acuerdo de paz a nivel ministerial entre ambos países africanos.
Entre las disposiciones incluidas en ese documento figuran el respeto a la integridad territorial de cada país, la resolución pacífica de disputas y la prohibición de actos hostiles y del respaldo a grupos armados.
Ese pacto abrió a EE.UU. el acceso a minerales críticos de la región.
El conflicto en el este de la RDC se intensificó a finales de enero pasado cuando el M23, respaldado por Ruanda -según la ONU y varios países occidentales-, tomó el control de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, y posteriormente de Bukavu, capital de la vecina Kivu del Sur.
Desde 1998, el este de la RDC sufre un conflicto alimentado por la presencia de grupos rebeldes y el Ejército, pese al despliegue de la Monusco. EFE
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