El Gobierno esloveno pide respaldar el suicidio asistido en el referendo del domingo
Belgrado, 19 nov (EFE).- El primer ministro de Eslovenia, el liberal Robert Golob, pidió este miércoles a los ciudadanos apoyar en el referendo vinculante de este domingo la ley de suicidio asistido, tras votar de forma anticipada y relatar la dura agonía de su padre por un cáncer de páncreas.
«La manera en que murió, las últimas semanas, no fue nada digna. El dolor era insoportable, por lo que estuvo varias semanas bajo medicación constante. La familia estaba a su lado, pero la dignidad humana, aquello de lo que él mismo estaba más orgulloso, desapareció, no era ni una sombra de la persona que conocíamos», dijo.
Golob añadió que no quería que «nadie se vea obligado a finalizar su vida de esa manera», por lo que votó a favor de la ley y pidió a la ciudadanía que respaldase la normativa.
En Eslovenia los votantes que, debido a trabajo, viajes, enfermedad u otras razones justificadas, no puedan votar el día del referéndum, pueden hacerlo de manera anticipada.
En el referéndum del domingo, los votantes decidirán sobre la ley de asistencia al final de la vida, que otorgaría a los pacientes adultos con capacidad de decisión el derecho a poner fin voluntariamente a su vida si sufren de forma insoportable por una enfermedad grave e incurable u otra afección permanente.
La ley fue aprobada en julio en el Parlamento por 50 votos a favor, 34 en contra y tres abstenciones, después de un referéndum consultivo celebrado el año pasado, en el que un 55 % de los votantes se declararon a favor de una normativa que regulara el suicidio asistido.
De acuerdo con la ley, el paciente deberá presentar una solicitud al médico en dos ocasiones y éste las remitirá a la comisión de asistencia para la finalización voluntaria de la vida, junto con su opinión.
La comisión designará a un médico independiente para evaluar el estado del solicitante y a un psiquiatra para valorar su capacidad para tomar decisiones.
En caso de ser aprobada la solicitud, los pacientes deberán ingerir o inyectarse por sí mismos la sustancia legal para acabar de forma voluntaria con su vida y el personal sanitario, desde enfermeros y médicos hasta farmacéuticos, podrá optar por no participar en el proceso.
Esta normativa es el resultado de años de esfuerzo de grupos que apoyan una muerte digna, que realizaron una intensa campaña para que la ley llegara al parlamento en un país miembro de la Unión Europea con dos millones de habitantes.
El Consejo Nacional, la cámara alta del parlamento que funciona como órgano consultivo y de control, presentó un veto suspensivo a la ley, a lo que el Parlamento respondió convocando en octubre un referendo vinculante para este domingo. EFE
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