El primer ministro de Bélgica dimitirá si no logra un acuerdo presupuestario en 50 días
Bruselas, 6 nov (EFE).- El primer ministro de Bélgica, el nacionalista flamenco Bart de Wever, anunció este jueves al rey Felipe que dimitirá en un plazo de cincuenta días si no logra cerrar la difícil negociación del presupuesto federal, que quiere cuadrar con un ahorro acumulado de 10.000 millones de euros para 2030.
«Señor, concédame cincuenta días (…). El plazo no será prorrogado», le ha dicho el primer ministro al monarca en una audiencia convocada este mismo jueves, según relató más tarde el propio De Wever ante el Parlamento federal.
El jefe del Ejecutivo, en el cargo desde el pasado febrero tras ocho meses de negociaciones para formar Gobierno, lanzó también una invitación a «los colegas de la mayoría» a dotar al país de presupuestos públicos, pese a que llegar a un pacto «no será un camino de rosas».
«En las próximas semanas, cumplamos nuestra tarea con seriedad. Habrá que seguir trabajando y superarnos», dijo De Wever, que se ha concedido un plazo que terminaría el próximo 26 de diciembre, un día después de Navidad.
En busca de 10.000 millones de euros
Las dificultades se acumulan en el seno de la coalición gubernamental de cinco partidos que lidera la formación nacionalista flamenca N-VA, junto a los liberales francófonos del MR, los socialistas flamencos de Vooruit, los centristas francófonos de Les Engagés y los cristianodemócratas flamencos del CD&V.
Bart De Wever busca ahorrar al menos un acumulado de 9.200 millones de euros para 2029 y 10.000 millones para 2030 para reconducir el presupuesto belga hacia los objetivos europeos, pero no consigue que el MR, su principal aliado, acepte medidas impopulares como congelar la indexación automática de los salarios a la inflación o aumentar el IVA.
Los liberales se oponen a reducir el poder adquisitivo de los trabajadores y a aplicar subidas de impuestos.
En el presente ejercicio, el presupuesto federal se sitúa en el 4 % del PIB, unos los 25.500 millones de euros. Si nada cambia, en 2029 llegaría al 6 % y 43.000 millones.
Justo antes de dirigirse al hemiciclo, De Wever había participado en una reunión del Consejo Nacional de Seguridad para analizar las múltiples incursiones de drones sospechosos en el espacio aéreo belga en las últimas semanas, tanto cerca de bases militares como de aeropuertos y también se entrevistó con el rey.
Existía cierta expectación entre la prensa por saber si el primer ministro presentaría su dimisión al monarca, extremo que parecía poco probable, o si sólo le informaría del estado de las negociaciones.
«El primer ministro informó al rey de los desacuerdos persistentes dentro de su gobierno sobre las cuestiones presupuestarias, al tiempo que señaló que los socios de la coalición deseaban continuar con el trabajo», informó la Casa Real tras el encuentro.
Felipe de los belgas pidió a los partidos «que asuman sus responsabilidades y superen sus divergencias, con el fin de dotar al país lo antes posible de una trayectoria presupuestaria clara para los próximos años».
«Está en juego el interés de los ciudadanos, las finanzas públicas y la credibilidad de Bélgica en la escena europea e internacional», concluyó.
La demora que está tomando alcanzar un acuerdo implica que algunas de las medidas que se daban por cerradas no podrán aplicarse en las fechas previstas, como la reforma de las pensiones o los cambios fiscales en la tributación de las rentas de capital, ya que no se podrán votar a tiempo en el Parlamento.
A partir de enero, el Gobierno federal de Bélgica tendrá que funcionar con un sistema limitado que sólo le permitirá gastar por mes una doceava parte del presupuesto del año anterior.
Bélgica cerró 2024 con crecimiento del 1 %, una inflación del 4,3 %, un déficit público del 4,5 % del PIB y una deuda del 104,7 %..
Las estimaciones de la Comisión Europea proyectan que el déficit se incrementará al 5,4 % del PIB en 2025 y al 5,5 % en 2026, mientras que la deuda avanzará hasta el 107,1 % y 109,8 %, respectivamente, mientras que el crecimiento quedaría prácticamente estancado y la inflación caería al 2,8 % este año y al 1,8 % el siguiente. EFE
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