El primer ministro eslovaco amenaza con deportar a extranjeros «conspiradores»
Praga, 24 ene (EFE).- El primer ministro de Eslovaquia, el populista de izquierdas Robert Fico, anunció este viernes que deportará en breve a extranjeros que supuestamente conspiran contra el país, que vive hoy una jornada de protestas contra el Gobierno, al que la oposición acusa de posturas prorrusas y prochinas.
«Vamos a deportar en los próximos días extranjeros que conspiran contra el país», dijo Fico durante una comparecencia ante la prensa.
El servicio de inteligencia eslovaco (SIS) presentó el martes a puerta cerrada en el Parlamento un informe sobre un supuesto complot contra el Gobierno, en el que intervendrían extranjeros financiados desde el exterior.
Ese reporte se sustenta en unos mensajes generados por la aplicación de inteligencia artificial ChatGPT para una ONG.
La organización Not In Our Town, creada en 2013, pidió ideas para movilizarse de forma no violenta contra el Gobierno y la aplicación sugirió protestas y bloqueos de edificios públicos para exigir respeto a la ley, rechazar vínculos con Rusia y mantener la orientación proeuropea del país.
Sin embargo, la ONG negó cualquier conspiración o acto ilegal, aclarando que los planes fueron redactados con ChatGPT y enviados públicamente a un centenar de organizaciones.
Ese informe fue objeto de una reunión del Consejo de Seguridad del Estado el jueves, tras el que el presidente del país, Peter Pellegrini, señaló que «la situación es muy seria».
La oposición progresista y liberal considera que esa información es «una farsa» y acusa al Gobierno de usar al SIS.
La amenaza de deportaciones fue formulada por Fico durante una rueda de prensa para informar de un ataque informáticos a la estatal Aseguradora General del Salud, que maneja datos de tres millones de personas.
Fico dijo que sospecha, sin haber aportado prueba, de que este ataque ha sido realizado por ‘hackers’ ucranianos.
El Gobierno eslovaco, formado por populistas del izquierdas, socialdemócratas y ultranacionalistas, cortó al tomar posesión la ayuda militar a Ucrania para que el país se defienda de la agresión rusa.
También apoya negociar con Moscú el fin de la guerra, aunque eso implique que Ucrania asuma pérdidas territoriales.
El desencuentro de Fico con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se ha acrecentado desde que Ucrania cortara el pasado 1 de enero el tránsito de gas ruso hacia Eslovaquia, para privar a Moscú de ingresos para financiar la guerra.
Eslovaquia y Hungría son de los pocos países de la OTAN que no apoyan militarmente a Ucrania y los dos de la UE con las mejores relaciones con Rusia. EFE
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