Fabio Belnome, el español que viaja de Barcelona a Japón en un Fiat de 900 euros

Madrid, 12 may (EFE).- Fabio Belnome, un joven español apasionado por los coches, cruza desde hace semanas montañas, desiertos y fronteras, duerme en su coche y graba cada paso de un viaje que parece sacado de una novela de carretera: conduce desde Barcelona hasta Japón en un Fiat Marea de 1998 comprado por 900 euros en una web de compraventa de segunda mano.

Belnome (Barcelona, 1990) responde a Efe por teléfono desde Altái, en el corazón de Mongolia, rodeado de montañas y sin señal estable, y asegura que los últimos kilómetros en Siberia y la entrada en territorio mongol ha sido el paisaje «más espectacular» que ha visto en su vida.

Fanático del mundo del motor, y creador de contenido, Belnome comenzó compartiendo vídeos de coche en su canal, hasta que en 2023 se propuso un primer reto: conducir hasta Cabo Norte en Noruega, donde su plan inicial era deshacerse del coche.

Le gustó tanto la experiencia, que lo que sería el final del Fiat Marea acabó convirtiéndose en el inicio de un viaje mucho mayor: «si hay gente que coge un ferri para ir a Mallorca desde Barcelona, también habrá quién lo haga para ir a Japón», explica.

La ruta «más loca de todas»

Lejos del trayecto convencional que sugieren las webs de mapas, Belnome trazó una ruta alternativa que, en su opinión, es la «más loca de todas» porque incluye algunas de las carreteras más inhóspitas del mundo.

El recorrido consiste en cruzar Europa, llegar a Turquía, pasar a Irán, luego entrar a Turkmenistán, atravesar Asia Central, y ya al final entrar en Rusia para llegar a Vladivostok, en el Pacífico, para evitar la travesía completa por territorio ruso, ya que le parecía «aburrido y monótono».

Turkmenistán ha sido, hasta el momento, el país más complicado: «La capital, Asjabad, parece una ciudad de 2050, pero el resto del país parece de 1910», con carreteras en mal estado, escasa infraestructura, muchos controles militares.

«Fue un país muy interesante de ver, pero a la vez bastante complejo a nivel logístico», asegura el español.

En contraste, Irán fue uno de los lugares que más lo sorprendió: «iba con muchas ideas preconcebidas», admite, «tenía bastante miedo de lo que podía pasar por todas las cosas que había oído», pero desde el primer día en Tabriz (noroeste) cambió su percepción.

«Vi a un montón de chicas sin velo y con el pelo de colores, los chicos vistiendo como en cualquier país de Latinoamérica o de Europa. Los vi muy animados, digamos, y muy libres dentro de lo que pueden», detalla.

El coche, un Fiat Marea de 1998

Belnome ha cumplido su promesa de no dormir en hoteles salvo por necesidad y afirma que no se ha sentido inseguro en ningún momento.

Cargado con un pequeño colchón, bidones de gasolina y una rueda de repuesto, Belnome ha cumplido su promesa de no dormir en hoteles salvo por necesidad y afirma que no se ha sentido inseguro en ningún momento.

Con unos 580.000 seguidores en Tik Tok y más de un millón en Instagram, las redes sociales han sido una compañía constante para el influencer y le han permitido narrar las anécdotas del viaje, desde los pinchazos y las averías, a los paisajes increíbles y momentos inolvidables, como una noche de fiesta improvisada en Irán con un grupo de jóvenes locales.

Tras miles de kilómetros recorridos, todavía no revela qué hará con el Fiat cuando llegue a Japón: «sólo puedo decir que el Marea no morirá allí», concluye. EFE

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