
India intensifica el derribo de hogares de supuestos insurgentes en Cachemira tras ataque
Srinagar (India), 26 abr (EFE).- Las autoridades indias intensificaron este sábado el derribo de viviendas de supuestos insurgentes en la Cachemira controlada por la India, un castigo habitual también en otras partes del país, al demoler tres nuevos hogares en represalia por el ataque terrorista del pasado martes en esta región, que causó 26 muertos.
Un funcionario policial dijo a EFE, bajo condición de anonimato, que hoy fueron demolidas tres casas en los distritos de Pulwama, Kulgam y Shopian, para enviar un mensaje contundente a los insurgentes, sus familias y simpatizantes.
Además se realizaron varios arrestos a lo largo de la región de sospechosos de terrorismo o de colaborar con esta actividad, agregó el policía.
Entre las últimas estructuras demolidas se encuentra la vivienda de un comandante del grupo armado paquistaní Lashkar-e-Taiba (LeT), según medios indios.
Las autoridades indias derribaron ayer otras dos estructuras pertenecientes a supuestos insurgentes involucrados en el ataque del pasado martes en la zona de Pahalgam, en la Cachemira india, en el que murieron 26 personas, la mayoría de nacionalidad india.
Los residentes locales acusaron a las fuerzas de seguridad de usar explosivos, que, según afirman, dañaron viviendas y propiedades civiles cercanas. Fotos y videos difundidos en redes sociales muestran montones de escombros y estructuras vecinas parcialmente derrumbadas.
Esta práctica -mediante excavadoras- es habitual en otras partes de la India, y ha sido objeto de disputa entre el Gobierno indio y el Tribunal Supremo. Los jueces lo consideran una acción desmedida del poder estatal, ya que a menudo se emplea contra acusados que ni siquiera están condenados.
El ataque en Pahalgam, el más grave cometido contra civiles en la región de Cachemira desde marzo del año 2000, dio lugar a una grave crisis diplomática entre la India y Pakistán.
Nueva Delhi sostiene que dos de los atacantes son de nacionalidad paquistaní, lo que se suma a las habituales acusaciones de que Islamabad ofrece apoyo a los insurgentes en la Cachemira india. Este territorio atraviesa una revuelta armada desde 1989, y ambos países se disputan su soberanía.
El ataque fue reivindicado por el Frente de Resistencia (TRF), según un comunicado difundido por medios indios.
Esta organización armada fue proscrita por la India en 2023, acusada de promover el terrorismo en Cachemira, y está considerada una rama del LeT, grupo que estuvo detrás de los atentados de Bombay en 2008. EFE
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