Invictos y únicos en Centroamérica: las claves del Mundial 2026 para Panamá
Rogelio Adonican Osorio
Ciudad de Panamá, 19 nov (EFE).- Panamá consumó una clasificación histórica al Mundial 2026 el pasado martes tras cerrar una fase final impecable, este logro no solo marca un hito deportivo sin precedentes, sino que consolida un proyecto que ha transformado al fútbol panameño en los últimos años.
Esta segunda presencia en un Mundial de la FIFA 2026 deja seis claves que explican el crecimiento y la madurez del equipo.
1. Invictos en la fase final
El equipo dirigido por el hispano danés Thomas Christiansen confirmó por qué Panamá es considerado el combinado centroamericano que más ha evolucionado en los últimos años, superando a selecciones que tradicionalmente dominaban la región.
La clasificación se selló con autoridad: seis partidos sin derrotas, sustentados en una defensa sólida, orden táctico y regularidad competitiva.
Ese desempeño le permitió terminar primero del grupo A y asegurar su boleto directo al Mundial.
2. Representante único de Centroamérica
La histórica clasificación a Rusia 2018 marcó un antes y un después. Ahora, Panamá vuelve a la máxima cita del fútbol, consolidando el proyecto deportivo iniciado en 2020 con la llegada de Christiansen en plena pandemia de la covid-19.
Cinco años más tarde, el premio es convertirse en el único representante centroamericano en el Mundial 2026, un contraste notable con la antigua imagen de cenicienta que tenía la selección hace dos décadas.
3. Efecto positivo en la economía
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, recibió este miércoles a un grupo de jugadores y reconoció su «tenacidad, compromiso y esfuerzo», destacando también el impacto social y económico de la clasificación.
En el encuentro, Mulino resaltó el positivo «efecto cascada de esta clasificación» para permear la economía, «al internacionalizar la selección y el nombre de Panamá» a través del fútbol.
El impulso deportivo fortalece además la marca país y dinamiza sectores como el turismo, el comercio y el mercadeo deportivo, favoreciendo también a las ligas y a los jugadores, que pueden proyectarse hacia clubes de mayor nivel.
4. Más infraestructura
La selección trabajó durante el proceso en el nuevo Centro de Alto Rendimiento de Juan Díaz, al este de la capital, que será entregado en enero. El complejo refleja la apuesta por ofrecer mejores condiciones a los atletas.
La clasificación mundialista, sin duda, acelerará nuevas inversiones en infraestructura deportiva tanto para el fútbol como para otras disciplinas.
5. Unión y apoyo masivo de la afición
El Rommel Fernández se llenó durante la fase eliminatoria y las calles de la capital se desbordaron tras la clasificación, evidenciando la conexión entre la selección y el país.
Christiansen, estratega de la roja centroamericana, expresó este miércoles en la reunión con el presidente de Panamá, que no «existe nada mejor que el fútbol para unir a un país».
También apuntó que espera con entusiasmo el sorteo de grupos que se desarrollará en Estados Unidos el próximo 5 de diciembre y que tanto los jugadores como el cuerpo técnico se prepararán para dar la mejor presentación en la cita mundialista.
6. Un grupo maduro y fortalecido
Panamá llegará al Mundial 2026 con ilusión renovada, confianza en un proceso estable y la convicción de que esta generación puede competir de tú a tú en el escenario más importante del fútbol.
En 2018, la selección tuvo un paso discreto en Rusia, siendo catalogada como la peor del torneo.
Para esta edición, el compromiso es mejorar la presentación, apoyados por una base de jugadores con más recorrido, varios de ellos mundialistas en 2018: Aníbal Godoy, Eric Davis, Fidel Escobar, Michael Amir Murillo, Alberto Quintero, José Luis Rodríguez, Ismael Díaz y Édgar Yoel Bárcenas. EFE
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