Justicia rusa procesa a tres raperos por narcotráfico y promoción de subcultura criminal
Moscú, 6 nov (EFE).- La Justicia rusa procesó este jueves por intento de narcotráfico, promoción de drogas y subcultura criminal a tres músicos de rap, un género contemplado como sospechoso por el Kremlin, que se propone controlarlo para limitar su influencia en las nuevas generaciones.
Se trata de la rapera Yanix (Yanisa Badúrova), que deberá pagar una multa de 10.000 rublos (123 dólares) por colocar en el servicio Yandex.Música cuatro temas musicales que «promueven sustancias estupefacientes», según informó en la red social rusa VKontakte el Tribunal del distrito Dzerzhinski de la ciudad de Volgogrado.
«Según el peritaje lingüístico, los textos de las composiciones musicales de Badúrova contienen información sobre el consumo de marihuana por parte de una persona que se posiciona como músico profesional en el género de rap», señaló la corte, que abrió un protocolo de infracción administrativa e impuso la multa.
A su vez, el rapero Obe1Kenobe (Nikita Vártikov) fue declarado culpable este jueves por el Tribunal del distrito Vidnovski de la región de Moscú por intento de narcotráfico.
«Nikita Vártikov admitió su culpa en la causa penal por intento de venta de drogas. Sin embargo, considera el delito imputado como parte de su imagen escénica», explicó una fuente presente durante el juicio a la agencia rusa TASS.
Obe1Kenobe montó en un apartamento arrendado en un suburbio al sur de la capital rusa un invernadero donde cultivaba 7 plantas de marihuana, que incluía equipamiento como extractores, ventiladores, y lámparas, según los investigadores.
La Justicia rusa dictó la medida cautelar de arresto en su contra.
Finalmente, el rapero Icegergert (Gueorgui Guerguert), podría enfrentar hasta 15 días de arresto por «promover la subcultura criminal» durante un concierto en el que exclamó «¡Vivan los ladrones!», según informó hoy en Telegram la Fiscalía de Moscú.
Los peritos lingüísticos señalaron que esta frase «está vinculada a la subcultura criminal, al modo de vida carcelario y valora positivamente a las personas que se inscriben en dicha subcultura y organización extremista».
El vídeo del concierto llamó la atención de la jefa de la Liga de Internet Seguro, Yekaterina Mizúlina, conocida como una de las principales censoras de Rusia, quien denunció que la conducta del rapero «propagandiza la subcultura criminal entre los adolescentes».
Tras la denuncia, Icegergert reconoció su culpa y publicó un vídeo con disculpas públicas en las que declaró haberse equivocado y señaló que dijo esta frase en estado de embriaguez.
En diciembre de 2018 el presidente ruso, Vladímir Putin, se pronunció categóricamente en contra del rap al señalar que «se basa en tres pilares: sexo, drogas y protesta».
«De las tres, la que más me preocupa son las drogas…ese es un camino directo a la degradación del pueblo», dijo Putin durante una reunión del consejo de cultura adscrito al Kremlin.
El primer aviso de que la juventud rusa, especialmente la urbana, era ingobernable fueron las protestas antigubernamentales de 2017 en las que tomaron parte un gran número de adolescentes atraídos por los lemas de la oposición radical.
Por ello, el Kremlin lanzó una campaña contra el rap y otras manifestaciones de la creatividad juvenil que campan a sus anchas en las redes sociales. EFE
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