«Kast mata las pasiones de los ultra que quieren la motosierra», dice nuevo libro en Chile

Meritxell Freixas

El líder del Partido Republicano de Chile, José Antonio Kast, encabeza una extrema derecha «nacida de la institucionalidad», «menos radical» y que «mata las pasiones de los ultra que quieren la motosierra», dijeron a EFE los autores de un nuevo libro sobre el candidato ultraderechista a las elecciones presidenciales de noviembre, que no para de crecer en las encuestas.

Los periodistas Amanda Marton (Sao Paulo, 1993) y Felipe González (Santiago, 1995) radiografían en ‘Kast. La ultraderecha a la chilena’ (Penguin Random House, 2025) el panorama político de este sector ideológico durante la última década, desde el surgimiento de Kast como nuevo líder radical tras su escisión de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) en 2016.

«Kast es el principal rostro de la extrema derecha en Chile, él abrió la caja de Pandora e instaló estas ideas; ha sido el principal rostro que lleva la bandera desde hace casi 20 años», dice González desde la sede de la editorial que acaba de publicar su libro.

Diputado durante 16 años, el líder republicano ganó la primera vuelta presidencial de las elecciones de 2021 contra el actual mandatario, Gabriel Boric, y su partido fue elegido para capitanear el segundo proceso constitucional, que concluyó con un rechazo del electorado.

Kast, que evita definirse como ultra, «supo capitalizar una derecha históricamente reconocida como democrática y que se asoció con él porque no se mostraba tan radical», explica Marton.

Por ahora, la candidata de la coalición de derecha Chile Vamos, la exalcaldesa Evelyn Matthei, lidera las encuestas de los comicios presidenciales, pero Kast le pisa los talones.

El líder republicano «ha aprovechado la indefinición de la derecha» para construir su proyecto y agrandarlo, según González.

«La derecha tradicional –añade– ha tenido dificultades en encontrar un lugar en el que desplegarse, entre ser herederos del legado del expresidente Sebastián Piñera y querer abarcar a los votantes que se fueron con Kast».

Aunque hay grandes dudas de si logrará desbancar a Matthei, Marton recalca que el candidato ultraderechista «puede dar la sorpresa», por lo que «no hay que mirarlo en menos».

«Institucionalizar sensibilidades» apartadas de los partidos

El libro, que también repasa los años de Kast como estudiante de Derecho en la Universidad Católica, una de las más prestigiosas del país, o su intento de tomar el poder de la UDI en 2008, «parte con Kast, pero no necesariamente es el punto de llegada», apunta Marton, en relación a las dos nuevas fuerzas de la derecha más radical nacidas en Chile en el último tiempo.

Por primera vez desde el retorno a la democracia, en los comicios presidenciales competirán tres partidos políticos de extrema derecha: los republicanos, el Partido Social Cristiano (PSC) y el Partido Nacional Libertario (PNL), formado por el diputado Johannes Kaiser, quien en su momento fue discípulo de Kast.

«Kast abrió las puertas a institucionalizar sensibilidades que antes existían fuera de los partidos», como los votantes del PSC o el PNL, y «se atrevió a poner el rostro, el cuerpo y el dinero para poder reconocer ese sentir político», recalcan los autores.

Sin embargo, recuerdan, durante el segundo proceso constitucional que su partido lideró, los sectores más radicales «se sintieron traicionados» cuando empezó a negociar y a «flexibilizar ciertas posturas» para llegar a un acuerdo con el resto de partidos por una nueva Constitución. Entonces se fueron y crearon sus propios espacios políticos.

Republicanos y libertarios apenas tienen diferencias en el fondo: ambos defienden el golpe de Estado de 1973, el modelo neoliberal legado de la dictadura, la reducción del tamaño del Estado, las bajadas de impuestos, la mano dura contra la migración y la soberanía nacional frente al multilateralismo.

Sus referentes son el estadounidense Donald Trump y el argentino Javier Milei o el húngaro Viktor Orbán y sus principales enemigos son la Agenda 2030 de la ONU y los llamados ‘woke’, pero los separan las formas y el estilo de sus líderes.

«Supo entender lo que ocurre afuera»

Con más de 46 fuentes entrevistadas –muchas de ellas ‘en off’ por ‘el hermetismo’ de ciertos círculos–, los autores recalcan que la ultraderecha de Kast es distinta a la del presidente argentino, Javier Milei, o a la del exmandatario brasilero Jair Bolsonaro porque «reconoce las reglas del juego democrático».

Además, destacan, es uno de los políticos chilenos que «mejor supo entender lo que ocurre afuera –no solo en Latinoamérica–, inspirarse y adaptarlo a la realidad local para capitalizar votos».

La investigación, que tiene detrás más de un año y medio de trabajo, se publica a cinco meses de la primera vuelta presidencial y en un ambiente político cada vez más tensionado.

«Hay que conversar sobre el fenómeno de la extrema derecha, saber de qué se compone y agilizar el debate», opina González. «Esperamos que las personas no tengan miedo de leer sobre la ultraderecha –concluye Marton– porque no hay peor ciego que el que no quiere ver». EFE

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