Kenia aplaza a enero el fallo sobre compensaciones por atentado a Embajada de EEUU en 1998
Nairobi, 6 nov (EFE).- La Justicia de Kenia aplazó este jueves hasta el próximo 15 de enero el fallo sobre las compensaciones a los sobrevivientes y familiares de las víctimas del atentado terrorista de 1998 contra la Embajada de EE.UU. en Nairobi, que causó 213 muertos —entre ellos doce estadounidenses— y al menos 4.000 heridos.
“Fue un día decisivo, en el sentido de que hemos estado esperando justicia durante los últimos 27 años. Esta no es la primera vez, sino la segunda. Esperábamos un fallo rápido, pero de nuevo, el juez ha decidido posponerlo. Sólo da excusas”, resumió Douglas Sidialo, sobreviviente y uno de los portavoces de las víctimas, en rueda de prensa.
El juez Lawrence Mugabi, en la Corte de Milimani en Nairobi, afirmó durante la audiencia que necesita “más tiempo para revisar el caso” antes de emitir una resolución.
La decisión se esperaba para este mes, coincidiendo con la visita del vicepresidente de Estados Unidos, James David Vance, prevista para finales de noviembre, según han adelantado medios internacionales.
«Creemos que hay gato encerrado. Queremos que el juez se escuche a sí mismo y nos dé la sentencia que merecemos, porque llevamos 27 años esperando justicia”, dijo Sidialo a EFE.
Sidialo recordó que tenía 28 años y se dirigía a su trabajo, cuando un camión cargado de explosivos impactó de lleno contra la antigua sede de la embajada estadounidense en la capital keniana, aquella mañana soleada del viernes 7 de agosto de 1998.
No llegó a entender qué sucedía hasta que empezó a escuchar lo que creía que fueron disparos, pero resultaron ser granadas aturdidoras lanzadas contra los guardias.
“Vi a un hombre correr desde el lugar del tiroteo hacia nuestro coche y fue entonces cuando se produjo la explosión. Desde ese día, no he vuelto a ver la luz del día. Me quedé ciego y no ha sido fácil vivir 27 años siendo ciego”, relató a EFE.
A pesar de su discapacidad, se convirtió en la primera persona ciega en cruzar África en bicicleta en 2007 y en el primer africano ciego en escalar el Kilimanjaro -la montaña más África- en 2005. Ahora acompaña a otras víctimas en las demandas para obtener una compensación.
El presidente keniano, William Ruto, «ha sido como un pato cojo, porque cada vez que escucha o presencia algo relacionado con los estadounidenses, simplemente se queda quieto. Cuando estuvo en Estados Unidos hace un par de años, ni siquiera mencionó nuestra compensación”, criticó el superviviente.
Otro sobreviviente, George Ngige, de 72 años, consideró que la decisión del juez fue “política” y que busca evitar tensiones diplomáticas durante la visita de Vance.
“Creo que lo que se ha comunicado aquí es que Vance venga primero, que se vaya y luego puedan dictar sentencia. Así que sospechamos que hay algo turbio”, sostuvo.
Ngige tenía 45 años el día del atentado. La onda expansiva lo lanzó varios metros, le fracturó la pierna derecha, por lo que camina con bastón desde entonces, también sufrió heridas en brazos, manos y cuello. Pasó semanas hospitalizado y por múltiples cirugías.
Eran dueño de salas de cines y videoclubes y una compañía de taxis, y administraba un hotel en el centro de la ciudad, pero todo fue consumido en gastos médicos.
“Confiábamos en que el Gobierno estadounidense se preocuparía por los derechos humanos, pero aprendimos que la justicia es para los estadounidenses y no para los kenianos ¿Somos menos seres humanos?”, se preguntó.
El atentado en Nairobi ocurrió casi simultáneamente a otro ataque contra la Embajada estadounidense en Dar es-Salam (Tanzania), donde murieron once personas.
La red terrorista Al Qaeda reivindicó la autoría de ambos atentados, que cometió, según dijo, en represalia por la presencia de tropas estadounidenses en Arabia Saudí tras la invasión iraquí de Kuwait. EFE
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