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La COP30 entra en su semana decisiva con muchas aristas pendientes

Manuel Pérez Bella

Belém (Brasil), 16 nov (EFE).- La 30 Conferencia de Cambio Climático de la ONU, la COP30, entra el lunes en su semana decisiva, después de seis días de negociaciones y bajo una fuerte presión de los indígenas de la Amazonía y de la sociedad civil.

A partir del lunes, los ministros asumen el mando de las negociaciones que, a nivel técnico, han avanzado poco en los temas más controvertidos.

Entre ellos, la financiación de los países ricos a los en desarrollo y las nuevas metas de reducción de emisiones incluso han quedado fuera de la agenda oficial.

El presidente de la COP30, el diplomático André Corrêa do Lago, evitó asumir responsabilidades y dijo el sábado que se incluirían en la agenda únicamente por el deseo de los Estados: «Las decisiones se toman de abajo arriba».

Para darle un impulso a las negociaciones, Brasil ha designado a varios ministros extranjeros como facilitadores en los principales temas de discusión, entre ellos finanzas, tecnología, género y el llamado ‘balance mundial’, que mide los progresos en el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica de España, Sara Aagesen, será una de las facilitadoras en mitigación y la secretaria mexicana del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, en transición justa.

El capitalismo verde

Los principales avances en la primera semana de COP llegaron del sector privado, con compromisos de financiación del orden de «billones» de dólares, según celebró el secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Simon Stiell.

No obstante, una de las principales reivindicaciones de los países en desarrollo es precisamente que la mayor parte de las contribuciones financieras que fijaron los países ricos en la COP29 de Bakú, 300.000 millones de dólares anuales, provengan de fondos públicos.

En realidad, sus ambiciones son mucho más altas: aspiran a alcanzar 1,3 billones de dólares. Con ese número en mente, las presidencias de la COP30 y COP29 elaboraron una propuesta para aplicar impuestos a los servicios financieros, el lujo, la tecnología y la industria militar.

Pero Brasil ya ha reconocido que la propuesta no ha gustado a todo el mundo y necesitará de mayores estudios, que se realizarán a partir de 2026.

Entre las iniciativas de inversiones al margen de las negociaciones, destaca el Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFFF) promovido por Brasil y que ya ha reunido compromisos de 5.500 millones de dólares de países como Noruega, Brasil, Indonesia y Francia.

El fondo funcionará como una herramienta de ‘capitalismo verde’: invertirá los recursos en el mercado financiero para multiplicar su valor y, tras remunerar a los inversores, destinará los beneficios a la conservación de los bosques tropicales.

La ausencia de Trump resuena

La COP30 está teniendo entre sus protagonistas al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por la ausencia de su país tras abandonar por segunda vez el Acuerdo de París.

Las críticas al negacionismo del cambio climático del republicano se han repetido en la boca de líderes de muchos países y también en la del gobernador de California, Gavin Newsom, y del senador demócrata Sheldon Whitehose, la única autoridad federal de EE.UU. presente en Belém.

Con Washington ausente, China ha ganado atención. El pabellón de la nación asiática es uno de los mayores y más concurridos de la COP y por él pasan autoridades y directores de empresas que exhiben los avances del país, uno de los más contaminantes del planeta, en su transición energética.

Entre los latinoamericanos, Colombia está asumiendo un rol de liderazgo al tratar de impulsar una declaración política que llama a establecer una ‘hoja de ruta’ para acabar con los combustibles fósiles.

El petróleo es uno de los temas más espinosos de la COP y está totalmente fuera de las discusiones, a pesar del compromiso alcanzado hace dos años en la COP28 de Dubái para avanzar hacia el fin de los combustibles fósiles.

Los indígenas agitan la COP

En la calle, los pueblos indígenas brasileños se han convertido en los principales agitadores de la cumbre, la primera celebrada en su casa, la selva amazónica.

Esto ha causado dolores de cabeza a la presidencia brasileña. En el segundo día de la cumbre, un grupo de indígenas y ecologistas invadió la zona restringida de la ONU y el pasado viernes un grupo de mundurukús bloqueó el acceso principal, causando largas filas.

El sábado, mientras miles de activistas climáticos e indígenas protestaban por las calles de Belém, el centro de convenciones amanecía protegido por el Batallón de Selva del Ejército brasileño y por filas y filas de verjas.

Para aplacar los ánimos, el Gobierno brasileño se ha visto obligado a sentarse a escuchar sus demandas: el fin de las prospecciones petroleras en la Amazonía y dar carpetazo a grandes proyectos de infraestructura en la selva. EFE

mp/lar

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