La COP30 se topa con sus primeros escollos: adaptación y financiación de los países ricos
Carlos Meneses
Belém (Brasil), 12 nov (EFE).- Tres días después de echar a andar, la cumbre climática de Belém (COP30) enfrenta sus primeros obstáculos: definir criterios de adaptación y debatir sobre la financiación pública de los países ricos a los países en desarrollo.
Los negociadores se debruzan ya sobre los 145 puntos de la agenda aprobada para esta conferencia con un «espíritu constructivo», a pesar del difícil contexto geopolítico, según remarcó este miércoles en rueda de prensa el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago.
«Estamos a pleno vapor, discutiendo todos los temas de forma transparente», añadió la directora ejecutiva de la COP30, Ana Toni.
Diferencias en los criterios para medir la adaptación
Una de las grandes misiones de esta cumbre es establecer una lista de criterios unificados para medir, monitorear y evaluar el progreso de las acciones de adaptación a la emergencia climática. Actualmente, se maneja una lista con aproximadamente un centenar de criterios.
Pero, por cómo han ido las primeras reuniones, no será fácil llegar a un acuerdo.
Según fuentes de la sociedad civil, el grupo de los países africanos defiende extender los trabajos técnicos durante dos años más y postergar la decisión final a 2027, algo visto con preocupación por otras naciones, que lo interpretan como un intento de aplazar la adopción de metas concretas de adaptación.
Toni informó que han recibido un nuevo texto al respecto y que lo analizarán en los próximos días.
«Actuar en favor de la adaptación significa salvar vidas y recursos. Necesitamos que la Meta Global de Adaptación sea una prioridad y que se presenten aquí en la COP30 los indicadores que permitan contar cuanto antes con herramientas para monitorear el avance de la adaptación en los países», dijo Flávia Martinelli, especialista en cambio climático de WWF Brasil.
Además de las diferencias en torno a los plazos, también hay fricciones sobre la inclusión o no de determinados conceptos en la lista de indicadores.
El tema de cómo la humanidad debe adaptarse a la crisis climática es algo relativamente reciente en las cumbres, ya que antes el foco estaba en la mitigación de sus efectos, mediante, por ejemplo, la reducción de las emisiones.
Sin embargo, el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C está cada vez más en duda, lo que ha hecho ganar peso al apartado de adaptación.
Sin acuerdo para ampliar los temas de agenda
El otro aspecto que está generando diferencias entre los negociadores es la solicitud de incluir cuatro nuevos temas en la agenda de esta COP30.
Estos son: la revisión de las nuevas metas climáticas, las llamadas NDC, que por el momento solo han presentado 113 países; los informes de transparencia; las medidas unilaterales de comercio; y la financiación pública de los países ricos para los países en desarrollo.
Sobre este último punto, la India está muy preocupada y ha defendido de forma «asertiva» incluirlo en las tratativas, aunque fuentes brasileñas subrayan que el diálogo avanza de forma cordial.
Sin embargo, al final de la jornada de este miércoles no se había llegado a ningún acuerdo sobre ninguna de las cuatro solicitudes, que continuarán siendo discutidas de manera informal hasta nueva orden.
«La Presidencia de la COP30 está enfrentando un escenario desafiante, con posiciones muy diferentes entre los países», señaló la especialista en política climática de Greenpeace Brasil, Anna Cárcamo.
Brasil insiste en que son negociaciones «muy complejas» y que las delegaciones nacionales «necesitan tiempo», con la expectativa moderada de que la cumbre termine en la fecha programada: el 21 de noviembre.
«El mundo ha mandado una señal de que quiere acelerar el proceso de la acción climática y los negociadores están comprometidos con ello. Somos optimistas, pero aún estamos en la primera semana», recordó Toni.
En paralelo, la COP30, la primera que se celebra en la Amazonía, el mayor bosque tropical del planeta, lanzó una iniciativa para capacitar y entrenar a trabajadores en nuevas economías, y divulgó una declaración para luchar contra la desinformación climática, a la que se han unido una decena de países, entre ellos Brasil, Chile, España y Uruguay. EFE
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