
La economía argentina cayó 2,6% en 2018 y las protestas abundan

Argentina cerró 2018 con una caída de 2,6% del PIB, tras derrumbarse 7% en diciembre en la comparación interanual, informó este miércoles por el instituto de estadísticas Indec, situación que se traduce en protestas prácticamnete diarias.
La tercera economía de América Latina acumula nueve meses consecutivos de caída, tras abrir 2018 con un trimestre prometedor, que mostraba una fuerte recuperación de 4,3% en enero, 5,3% en febrero y 2,2% en marzo en la comparación interanual.
Pero luego se dio vuelta abruptamente la tendencia, al ritmo de dos crisis cambiarias que hicieron perder el 50% del valor de la moneda argentina frente a lo cual el gobierno de Mauricio Macri salió en busca de ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En diciembre, el estimado mensual de actividad económica cayó 7,0% en relación a igual mes de 2017, en cambio creció 0,7% en comparación con noviembre, de acuerdo al Indec.
En el último mes del año, el sector que más creció fue Agricultura y Ganadería, con un aumento de 4,7%, en tanto las mayores caídas fueron las del Comercio (-16,7%), la industria manufacturera (-14,2%) y la construcción (-12,7%).
– Austeridad –
El poder adquisitivo de los argentinos se derrumbó a causa de una inflación de casi 48% en el acumulado de los últimos 12 meses, lo que derivó en una caída del consumo en todos los sectores.
Según los datos oficiales, el salario promedio acumulado de 2018 para el sector privado aumentó entre un 27,5% y 34% en diciembre, en comparación con el mismo mes de 2017, es decir hasta 20 puntos por debajo de la inflación del año pasado.
El gobierno de Macri, de centro derecha, espera para este año una lenta recuperación que muestre una mejoría antes de las elecciones presidenciales del 27 de octubre, cuando se postulará a un segundo mandato.
Según el pronóstico del FMI, la economía argentina se contraerá 1,6% en 2019.
El austero Presupuesto del gobierno argentino aprobado por el Congreso prevé para este año una caída de 0,5%, y contempla lograr un equilibrio fiscal que asegure al país el acceso al auxilio financiero de 56.000 millones de dólares pactado con el FMI.
Argentina acudió al organismo multilateral en medio de una corrida cambiaria que comenzó en abril y llegó a depreciar el peso 50% en los meses siguientes, disparando los pronósticos de inflación que cerró 2018 en 47,6%, la segunda más alta de América Latina, después de Venezuela y el peor indicador en 28 años.
– Menos empleo –
En el marco de la caída de la actividad, en 2018 se perdieron 191.300 empleos registrados, informó este miércoles el ministerio de Producción y Trabajo.
En diciembre hubo 12.196.000 trabajadores registrados, lo que representa 1,5% menos que el mismo mes del año anterior. De ese total, 50% son trabajadores en relación de dependencia en el sector privado, 13% monotributistas, 26% del sector público. El resto son autónomos.
En el sector privado, entre comercio e industria, se registraron 97.300 trabajadores menos que el año anterior.
Las proyecciones empresarias no son alentadoras. Según la Encuesta de Indicadores Laborales, que comenzó a registrarse en 2004, solo el 5% de las empresas prevé incorporar personal en el próximo trimestre, mientras que 7,8% contempla despedir empleados. En ambos casos, el mayor registro histórico.
– Protestas –
En las calles Buenos Aires, se suceden protestas casi a diario por reclamos sectoriales y contra el alza de tarifas.
Este miércoles pequeños productores agrícolas regalaron 20 toneladas de verduras en la Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires, en protesta por la mala situación económica que atraviesan debido al alza del precio de los insumos y la baja del consumo.
Centenares de personas se agolparon para quedarse con una bolsa con variedad de verduras y frutas en la histórica plaza frente a la Casa Rosada, el palacio presidencial.
Entre las personas que intentaban quedarse con una bolsa de alimentos, estaba Susana Serrano, una ama de casa de 53 años. Tiene que alimentar a una familia de ocho integrantes. «Hace ya tres años que estamos pasando duro, duro. Así que hay que salir y buscar, rebuscarse, buscar el pan, buscar un poco de verdura… lo que fuera. ¿qué va a hacer?», se lamentó.