The Swiss voice in the world since 1935

La memoria del exilio español en Latinoamérica sigue viva 50 años después de la dictadura

Lucía Serrano

Redacción Internacional, 16 nov (EFE).- La memoria de los miles de españoles que se exiliaron a Latinoamérica durante la dictadura franquista sigue viva en sus descendientes, muchos de ellos residentes en los países de acogida, a los que España busca ahora reparar una deuda histórica con la concesión de la nacionalidad.

Hace más de ochenta y cinco años, con el final de la guerra civil española (1936-1939), más de medio millón de españoles afines a la República escaparon de su país para huir de la represión del dictador Francisco Franco. Muchos cruzaron a pie la frontera con Francia y, desde allí, se embarcaron hacia el otro lado del Atlántico.

Ahora, cuando se cumplen cincuenta años de la muerte del dictador, el recuerdo del exilio español sigue vivo en los hijos y nietos de estas personas, y en su lucha por que las instituciones españolas los reconozcan como ciudadanos del país que vio partir a sus padres y abuelos.

Por sus circunstancias personales, muchos «renunciaron a la nacionalidad española para conseguir la de los países de acogida», explicó a EFE la secretaria de la Asociación de Descendientes del Exilio Español (ADEE), Natalia López, que acompaña y asesora a los descendientes en su proceso de obtención de la nacionalidad.

Laberinto burocrático

López detalló que muchos de los hijos del exilio perdieron la nacionalidad española porque sus padres habían adquirido «voluntariamente» la nacionalidad de sus países de acogida y ellos debían acogerse también a la ciudadanía elegida por sus progenitores.

Sin embargo, la secretaria de la ADEE puntualizó que esta elección no fue del todo libre, ya que muchos lo hicieron por necesidad. Pone el ejemplo de Francia, donde sólo aquellos reconocidos como franceses podían obtener becas para estudiar.

A esto se sumaba que, por aquel entonces, la legislación española estipulaba que aquel que viviese en el extranjero por más de tres años sin registrarse en el consulado perdería su nacionalidad, un proceso descartado por la mayoría de los exiliados, ya que los consulados y embajadas estaban bajo el control de funcionarios franquistas.

Otro problema es el de los descendientes de mujeres españolas que se casaron con extranjeros, que en aquella época adquirían la nacionalidad de su marido y perdían la suya en el momento de la boda.

La Ley de Memoria Democrática, un intento de reparación

Ante esta situación, el actual Gobierno español trató de saldar su deuda con los descendientes de los exiliados -que podrían ser millones, contando a los de tercera y cuarta generación- con la Ley de Memoria Democrática de 2022.

Esta norma permitió pedir la nacionalidad a los hijos y nietos de españoles que la perdieron como consecuencia del exilio, así como a los hijos de mujeres españolas que renunciaron a ella al casarse.

El plazo para formalizar la solicitud venció el pasado 22 de octubre y, según datos oficiales de finales de julio, cerca de un millón de personas acudieron a los consulados españoles para realizar oficialmente la petición.

A la espera de unas cifras más actualizadas, según datos oficiales, el Gobierno de España había concedido hasta el pasado mes de septiembre 237.145 nacionalidades con las peticiones recibidas desde 2022, la mayoría de ellas cursadas en Argentina y Cuba.

México y Argentina, destinos principales

Según datos del Gobierno español, el país que registró un mayor número de peticiones es Argentina, con el 40% en 2024 y el 42% en 2025.

Y es que los principales destinos del exilio español en Latinoamérica fueron México, Argentina y Cuba. En el país del Cono Sur, existe incluso la Asociación Niños de la Guerra Civil en Argentina.

Sin embargo, México fue el segundo país que más exiliados acogió -sólo por detrás de Francia-, gracias al compromiso del entonces presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940). Allí encontraron cobijo casi 25.000 españoles, entre los que se encontraban las autoridades del Gobierno republicano en el exilio, que tuvo su sede durante algunos años en la capital mexicana.

Importantes figuras del exilio republicano fijaron su residencia en México, como el cineasta Luis Buñuel, quien adoptó la nacionalidad en 1951. Su legado todavía pervive en el país, con instituciones creadas por ellos mismos.

A Cuba también llegaron intelectuales y artistas de renombre, como el Premio Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez o la filósofa y ensayista María Zambrano, aunque muchos usaron la isla como escala tras su salida de España y pocos se establecieron de forma estable en el país.

Como remarcó la secretaria de la ADEE, es complicado establecer una cifra exacta de cuántas personas llegaron a América como exiliadas, porque muchos españoles emigraron también por razones económicas durante el franquismo. EFE

lsr/jfu

Los preferidos del público

Los más discutidos

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR