La oposición de Sudáfrica interpone una moción de censura contra el Gobierno
Johannesburgo, 14 feb (EFE).- El partido que lidera la oposición en Sudáfrica, la liberal Alianza Democrática (AD), anunció hoy la interposición de una moción de censura contra los miembros del Gobierno – con la única excepción del presidente del país, Cyril Ramaphosa-, a los que acusa de ser una «banda de delincuentes».
«La rendición de cuentas es algo de lo que usted solamente habla, porque hacer algo significaría destituir a la mayoría de su Gabinete y disgustar a sus camaradas. Y todos sabemos que prefiere ser un presidente débil que hacer eso», afirmó hoy el líder de la AD, John Steenhuisen, al dirigirse a Ramaphosa.
El jefe de la oposición realizó su anuncio durante la sesión parlamentaria celebrada en Ciudad del Cabo para que los distintos grupos políticos respondieran al discurso sobre el estado de la nación pronunciado el pasado día 10 por el presidente surafricano.
Al igual que aquel discurso -en el que Ramaphosa adoptó un tono bastante autocrítico con la situación del país y volvió a prometer soluciones-, la sesión tuvo lugar en el Ayuntamiento de la capital del poder legislativo sudafricano, debido a que buena parte del Parlamento quedó destruido en un incendio a comienzos de este año.
«En otras palabras, ve su trabajo como el sostenimiento de esta (…) banda de delincuentes y vividores, incluso si eso significa la destrucción de nuestro país», dijo Steenhuisen.
«Así que esto es lo que va a pasar, señor presidente. Como está demostrado que es un presidente de palabras y no de acciones, vamos a ponérselo fácil. Hoy he interpuesto una moción de censura, no a usted, sino a su Gabinete completo», agregó el líder opositor.
La Constitución sudafricana contempla este tipo de mociones como una herramienta para obligar a un presidente a destituir a su equipo ministerial, de salir exitosa con el respaldo de una mayoría parlamentaria.
La presidencia del Parlamento deberá procesarla y, posteriormente, se fijará una fecha para la votación.
La medida, sin embargo, no puede prosperar sin el apoyo de miembros del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA), que posee la mayoría en las dos cámaras del Parlamento.
En su discurso del pasado 10 de febrero, Ramaphosa admitió que la situación socioeconómica del país -con el paro estancado por encima del 30 % desde hace años y altos niveles de pobreza y de desigualdad- es «inaceptable e insostenible».
También reconoció la responsabilidad del Gobierno en la «torpe» respuesta a los graves disturbios y saqueos que asolaron el país en julio de 2021 y ocasionaron 354 muertos.
Junto al listado de problemas, Ramaphosa volvió a prometer soluciones y nuevos planes económicos para el país, con estrategias como la revisión de la legislación para empezar a producir cannabis de manera «industrial» al aprovechamiento de las oportunidades en el sector energético del «hidrógeno verde».
Pero las promesas de Ramaphosa, que llegó al poder en 2018 para reemplazar al polémico Jacob Zuma (2009-2018) en medio de graves escándalos, fueron vistas con escepticismo en el país.
Parte de ese escepticismo se deriva, precisamente, del mantenimiento en el gabinete ministerial de figuras salpicadas por acusaciones de corrupción y de mala gestión, pero que tienen un peso significativo dentro del CNA. EFE
ngp/pa/fpa
© EFE 2022. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.