La polémica Fundación Humanitaria para Gaza anuncia el fin de sus operaciones
Jerusalén, 24 nov (EFE).- La polémica Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés), organización estadounidense encargada por Israel de repartir comida en la Franja desde mayo hasta el alto el fuego de octubre, anunció este lunes el cese de sus operaciones en el enclave palestino.
«En un momento crítico, la misión de ayuda de emergencia liderada por Estados Unidos ayudó a sentar las bases para el alto el fuego y el futuro de Gaza», esgrime la GHF en un comunicado.
La GHF es una organización estadounidense sin ánimo de lucro, integrada por exmilitares estadounidenses, empresas privadas de seguridad y operadores humanitarios, pero la ONU destacó meses atrás que no trabajaba según los principios de la ley internacional humanitaria y sus métodos llegaron a causar cientos de muertos en Gaza.
Desde que la organización desembarcara en Gaza, con tres centros de operaciones en el sur y otro en el centro de la Franja -que sustituyeron a 200 puntos de reparto de la ONU-, la distribución se convirtió rápidamente en un caos, con palestinos agolpándose en las instalaciones para conseguir alimentos y constantes escenas en las que eran repelidos con violencia.
Este caos se se mostró en una situación de bloqueo de la entrada de ayuda a Gaza por parte de Israel, que fue total a partir de marzo hasta que en mayo comenzó a actuar la GHF, una organización que no llegaba a cubrir las necesidades de los gazatíes, lo que derivó en una situación de hambruna declarada este verano por una organización avalada por la ONU.
Desde la ofensiva israelí tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, más de 2.100 palestinos han muerto mientras acudían a solicitar ayuda humanitaria, entre ellos quienes se encontraban en las cercanías de los centros de GHF o de camino a estos, según las Naciones Unidas.
«Con la creación del Centro de Coordinación Civil-Militar para Gaza y un renovado compromiso de la comunidad humanitaria internacional, la GHF cree que ha llegado el momento del cese de operaciones», culminó el director ejecutivo de GHF, John Acree, en el comunicado.
Escenas de desesperación y muerte en los repartos
La entidad difundió hoy, además, un informe de impacto de sus labores en Gaza a las que, pese a los episodios de desesperación y muerte en los repartos, calificó como de «récord».
«En respuesta al llamamiento del presidente Donald Trump para que la ayuda llegara directamente a la población de Gaza, la GHF construyó un nuevo modelo desde cero: sitios seguros, personal local verificado, operaciones disciplinadas y entrega directa a los civiles sin interferencia de Hamás ni de otros actores», añadió la organización.
Según sus cálculos, desde que se establecieran a finales de mayo, distribuyeron en la Franja más de 3 millones de cajas de alimentos, con un total de 187 millones de comidas; entregando más de 5.6000 toneladas de patatas y 1.300 de cebollas; así como 1,1 millones de suplementos alimenticios para niños con desnutrición.
Planes de expansión no culminados
Sin embargo, debido a que emergió como sustituto a la labor humanitaria realizada por Naciones Unidas, a la que el Gobierno israelí repetidamente acusaba de connivencia con las milicias de Hamás, no hay una vía transparente para verificar los datos proporcionados.
La GHF reconoce en su comunicado hoy que llegaron como «iniciativa temporal» y que tenían «planes de expandirse a más centros», pero que decidieron suspender sus operaciones a mediados de octubre -tras el último alto el fuego- cuando EE.UU. y la comunidad internacional devolvieron las tareas humanitarias a las diferentes agencias de la ONU.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) reportó el 22 de noviembre, su última actualización de la situación en Gaza, que «a todas la misiones de la ONU destinadas a recoger cargamentos de ayuda en el cruce de Kerem Shalom se les denegó el acceso» dicho día. EFE
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