La UE adopta su propuesta para aliviar a la automoción en CO2 y proteger al sector
Bruselas, 1 abr (EFE).- La Comisión Europea adoptó este martes su propuesta para aliviar a la industria automovilística ante la presión de Estados Unidos y China, dotando de más flexibilidad a los constructores en el recorte inmediato de CO2 en coches y furgonetas y medidas de corte proteccionista para blindar al sector.
Tras semanas de diálogo con la industria, el Ejecutivo comunitario anunció a inicios de marzo sus planes para insuflar oxígeno a los fabricantes, a los que ahora da forma de revisión legislativa a través de una enmienda al reglamento de emisiones de CO2 para coches y furgonetas, que aún tendrán que validar el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE (los países).
La modificación concede a las marcas un margen de dos años adicionales para cumplir con el objetivo de reducción del 15 % en las emisiones de CO2 respecto a los valores de 2021, inicialmente previsto para 2025, permitiendo compensarlo hasta 2027.
«Demuestra que hemos escuchado, comprendido las preocupaciones y actuado para resolverlas, manteniendo nuestros objetivos de cero emisiones», declaró en un comunicado el comisario de Clima, Wopke Hoekstra.
Debate interno
Pese a la rebaja inmediata, seguirían intactas, por ahora, las obligaciones de elevar ese recorte al 55 % en 2030 y al 100 % en 2035, fecha en la que ya no se podrán comercializar en el mercado único comunitario coches y furgonetas nuevos que emitan CO2.
No obstante, el grado de énfasis en ese punto en la redacción legislativa generó revuelo interno y la Comisión no adoptó formalmente la propuesta por procedimiento escrito y al primer intento, como tenía previsto, sino en la tercera tentativa y tras un debate en el colegio de comisarios, indicaron a EFE fuentes europeas.
«Europa está comprometida con apoyar al sector automovilístico en su transición, y esta flexibilidad en el cumplimiento ayudará a garantizar que la industria pueda invertir, manteniendo la ambición general de los objetivos de emisiones de CO2», declaró el comisario de Transporte Sostenible y Turismo, Apostolos Tzitzikostas.
Las marcas argumentan que han hecho las inversiones necesarias, pero que la caída de las ventas de coches eléctricos del 5,9 % en 2024 hace imposible alcanzar las rebajas comprometidas hasta ahora por un sector que representa aproximadamente el 7 % del PIB de la UE.
No obstante, las matriculaciones de vehículos eléctricos de batería en la UE avanzaron un 28,4 % los pasados enero y febrero, mientras que el conjunto de las ventas cayó un 3,4 %, lo que sitúa a los eléctricos de batería con una cuota de mercado del 15,2 % en el mercado único, según los últimos datos de la patronal europea, ACEA.
El incumplimiento de los objetivos en 2025 hubiera supuesto multas de hasta 16.000 millones de euros que habrían frenado las inversiones en descarbonización, según los fabricantes, que han celebrado la medida a través de ACEA pero avisan de que también hace falta una hoja de ruta realista para transitar hacia los vehículos sin CO2.
No obstante, los técnicos de la Comisión Europea calculan que el importe de las sanciones habría oscilado entre los 2.000 y los 4.000 millones.
Made in Europe
Más allá de la flexibilidad en las fechas para recortar las emisiones, la Comisión teme que los constructores europeos se queden atrás en «tecnologías estratégicas» clave como baterías, software, sistemas de infoentretenimiento y de conducción autónoma.
Además Bruselas asume que los europeos tienen menos control sobre materias primas clave, mientras compiten con marcas extranjeras que reciben ayuda estatal de distintas formas, sea en Estados Unidos, China, Corea del Sur o Japón.
La Comisión, que abraza la idea del «Made in Europe», ha anunciado que inyectará 1.800 millones de euros adicionales a la automoción en los próximos años, e introducirá medidas para estimular la producción doméstica y también acciones para proteger a la industria local.
Asimismo, estudiará cómo endurecer las condiciones para la inversión extranjera, con obligaciones para crear empresas conjuntas, y también planteará requisitos de contratación de personal y compromisos de transferencia de tecnología e I+D a Europa.
Además, Bruselas propone introducir incentivos y normas para que los vehículos vendidos en la UE contengan un alto porcentaje de componentes fabricados en Europa, y avisa de que vigilará que no haya competencia desleal.
El Ejecutivo europeo mantendrá además los aranceles de hasta el 35,3 % que aprobó el pasado octubre para la importación de vehículos chinos, avisa de que abrirá nuevas investigaciones si reúne pruebas de que Pekín los esquiva y no descarta posibles pesquisas en segmentos como las baterías u otros componentes.
La Comisión también endurecerá las normas para que no se puedan catalogar como vehículos «fabricados en la UE» si la mayor parte de sus componentes provienen de países extracomunitarios, como Marruecos o Turquía, que cuentan con acuerdos comerciales preferenciales con la UE. EFE
jaf/pddp