Las palabras clave de un año de alto el fuego en Líbano: escalada, desarme y negociaciones
Noemí Jabois
Beirut, 24 nov (EFE).- El Líbano cumple esta semana un año de alto el fuego en medio de una de las peores escaladas desde su entrada en vigor, con la que Israel estaría buscando acelerar el desarme del grupo chií Hizbulá, y coincidiendo con esfuerzos internacionales para abrir negociaciones entre ambos países.
En menos de una semana, Israel ha matado en los suburbios de Beirut al máximo jefe militar de Hizbulá, Haytham Ali Tabatabai; ha perpetrado su ataque más mortífero en un año al dejar 14 muertos en el campo palestino de Ain el Helu y ha ordenado evacuar varias localidades meridionales para lanzar una ola de bombardeos contra ellas.
1. Un conflicto de baja intensidad
El Líbano e Israel acordaron un cese de hostilidades el 27 de noviembre de 2024, poniendo fin a un conflicto de más de un año de duración que dejó 4.000 muertos, 16.000 heridos y 1,2 millones de desplazados en el territorio libanés.
Sin embargo, desde entonces, las fuerzas israelíes han continuado atacando el territorio libanés prácticamente a diario, casi siempre con bombardeos selectivos contra vehículos en los que viajan presuntos miembros de Hizbulá o contra supuestas instalaciones y almacenes de armas del grupo.
Desde el cese de hostilidades, la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) ha contabilizado unas 10.000 violaciones del pacto -7.500 de ellas aéreas y casi 2.500 terrestres-, solo en su área de operaciones en la franja fronteriza y no incluyendo los incidentes registrados en el resto del país.
2. Motivos de la escalada
Más o menos desde el inicio del alto el fuego en Gaza a mediados de octubre, el Estado judío ha incrementado sus oleadas de acciones contra el sur y el este del Líbano, amparándose en que Hizbulá estaría tratando de restaurar sus capacidades tras los golpes sufridos durante la guerra.
También pretende con ello forzar al Estado libanés a acelerar la implementación de su plan para desarmar al movimiento chií, que fue presentado por el Ejército y respaldado por el Consejo de Ministros el pasado septiembre.
El domingo mismo, después del ataque contra Tabatabai, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defendió que no permitirán que Hizbulá «reconstruya su poder» ni «vuelva a representar una amenaza». «Espero que el Gobierno libanés cumpla con su compromiso de desarmar a Hizbulá», zanjó el dirigente.
3. Un desarme lento
Las autoridades libanesas se centran por ahora sobre todo en la franja fronteriza con Israel, donde Hizbulá puso fin a su actividad armada en cumplimiento con las estipulaciones del acuerdo de alto el fuego y donde la FINUL dice haber hallado en un año más de 360 arsenales de armas abandonados.
Sin embargo, en el este del país, los suburbios capitalinos y la región meridional por encima del río Litani el proceso poco avanza, principalmente porque el Estado tiene las manos atadas dada la negativa de Hizbulá a desarmarse voluntariamente fuera de la franja fronteriza con Israel.
Con ello, las autoridades libanesas solo tienen dos opciones: tratar de ganar tiempo o arriesgar un conflicto interno desarmando a la formación chií por la fuerza.
4. La vía de la negociación
Así las cosas, el presidente libanés, Joseph Aoun, ha optado en las últimas semanas por ofrecerse a negociar con Israel, un llamamiento que reiteró el viernes en un discurso con motivo del Día de la Independencia del Líbano y que hizo, de forma significativa, desde el devastado sur del país.
«Simultáneamente, los países amigos y hermanos del Líbano patrocinarían este proceso estableciendo fechas claras y confirmadas para que un mecanismo internacional apoye al Ejército libanés, así como ayude en la reconstrucción de lo que fue destruido por la guerra», sentenció el jefe de Estado.
El Líbano mantiene que su debilitado Ejército necesita más recursos para poder implementar el plan de desarme.
El fin de la existencia armada de Hizbulá es la principal ficha de negociación que tiene el Líbano, que por su parte busca el fin de los ataques israelíes y el repliegue de las tropas el país vecino que aún ocupan varios puntos del sur del Líbano, en violación del cese de hostilidades. EFE
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